"No siempre puedo ir al máximo"
Alonso, que saldrá 12º, confía en que el coche de seguridad le redima - Massa logra la 'pole position'
Algo anda mal en Renault y, a estas alturas, ya no es ningún secreto. Flavio Briatore se pasea en barca desde el fabuloso yate que tiene atracado en el puerto de Valencia hasta el paddock y acompaña a su flamante esposa de un lado a otro, mientras el equipo intenta realizar lo mejor posible su trabajo. Pero falta una cierta ilusión y el motor del Renault, el más innovador de la historia de la F-1, parece ahora mediocre. La congelación que sufrió en marzo de 2007 dejó al equipo francés mermado en relación a otras escuderías que supieron aprovechar mejor los resortes legales que ofreció la FIA y, según Briatore, en algunas ocasiones incluso los sobrepasaron.
Alonso concluyó ayer en una desoladora 12ª posición. Un mazazo para una afición que ha pagado las entradas a precio de oro, pero que está sufriendo las consecuencias propias de un circuito primerizo y que ayer se quedó sin la posibilidad de ver a Alonso subido al menos al podio. "Si no ocurre nada, no conseguiré acabar la carrera más adelante que el octavo o el noveno", afirmó el piloto. "Mi única opción es acertar con la estrategia y tener la suerte de que aparezca un coche de seguridad que me favorezca. Eso podría colocarme en el podio o hundirme a la última plaza. Pero al menos cambiaría las cosas".
La única ventaja de salir tan lejos es que Alonso podrá decidir con qué gasolina parte. Es decir, podrá marcar su estrategia. "Ahora mismo estamos estudiando si vamos a una parada o a dos", explicó Alonso, tras constatar que hoy todos los pilotos saldrán con una bandera española en el casco como homenaje a las víctimas del accidente aéreo de Madrid. "Todas mis opciones pasan por la presencia del coche de seguridad y esperar, con los dedos cruzados, que aparezca justo después de mi repostaje". Se da por hecho que el coche de seguridad entrará alguna vez en la pista. Eso es lo que ha ocurrido en las cuatro carreras disputadas en el trazado valenciano: las de F-3 y Open GT, que se celebraron hace tres semanas, y las de F-BMW y GP2, que se corrieron ayer.
Lo más probable es que Alonso decida ir a una sola parada y que entre a repostar alrededor de la 30ª vuelta. Pero sería casual que las incidencias se produjeran precisamente después, en las cinco o seis vueltas siguientes. "La línea es muy fina", reconoce Alonso, que intentará salir agresivo y adelantar en un circuito donde cualquier error se paga muy caro.
Ayer él mismo pudo constatarlo: se salió levemente en un piano en su última vuelta rápida y perdió las dos décimas que le habrían catapultado hasta la octava posición. "Lo que no puede ser es que siempre tenga que ir al máximo para obtener el tiempo", reconoció Alonso. "Hemos hecho las cosas mal y hay que remontar. Pero lo mismo les ocurre a Red Bull [también con motor Renault], que hoy por hoy está peor que Toro Rosso [equipo filial de Red Bull con motor Ferrari]".
La pugna por la cabeza del campeonato sigue estando entre Ferrari y McLaren. Por su parte, BMW parece dispuesto a recuperar el tercer puesto que había abandonado en las últimas carreras. Mientras Felipe Massa logró su cuarta pole position de la temporada -la que abre el palmarés del circuito- y la 14ª de su carrera, Kimi Raikkonen prosiguió con sus problemas de puesta a punto y saldrá desde la cuarta posición. Lewis Hamilton compartirá la primera línea con el brasileño y está convencido de que puede mantener un ritmo de carrera superior que le lleve a la victoria. Tercero fue el polaco Robert Kubica, que logró por fin sentirse bien con su BMW Sauber. Mientras tanto, Toro Rosso, Toyota y Williams van por delante de Renault. Y ésa es una pésima noticia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.