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Reportaje:PEKÍN 2008 | Natación

Récord de relax

La anatomía y el metabolismo de Phelps le permiten dominar los 400 estilos con una autoridad desconocida

Diego Torres

El estómago de los héroes es distinto. Tal vez, más caliente. Más destructivo, más eficaz. Un atleta necesita una media de 5.000 calorías para realizar su actividad. El desayuno que Phelps tomó ayer contenía 4.000. Carne de ternera, huevos, fruta, hidratos de carbono, lácteos con mucha grasa, mantequilla de cacahuete, etc. Debió apurarse para que no le llevara toda la mañana tragarlo todo. Así empezó el día. Luego pasó por la peluquería, y mientras su aparato digestivo absorbía el banquete como si se tratase de un caramelo, se cortó el pelo al uno. Después se entrenó un rato. Volvió a comer. Echó la siesta y, antes de salir hacia a la piscina del Centro Acuático de Pekín, se afeitó los bigotes y se pasó la cuchilla por todo el cuerpo hasta dejarlo suave como el de un delfín.

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Una vez en la piscina, hizo un calentamiento y esperó a que le tocase su turno en las pruebas de clasificación de los 400 metros estilos. Vio cómo los nadadores hacían sus carreras. Una, dos y tres. Observó que, en la segunda, el húngaro Laszlo Cseh hacía un tiempo estupendo (4m 9,26s). Luego vio que, en la tercera, Ryan Lochte terminaba con un acelerón (4m 10,22s). Cuando le tocó a él, se subió al poyete decidido a bajar de 4m 9s. "Quise quedar primero para asegurarme la cuarta calle en la final", dijo después de salir del agua, tras su primera inmersión en la competición olímpica.

Phelps se aseguró la cuarta calle, la del medio, para controlar mejor a sus rivales en la final que mide los cuatro estilos (mariposa, espalda, braza y libre) en 400 metros. Quería nadar con Lochte a un costado y con Cseh al otro. No fuera a ser que se le escapasen del radar en la única carrera que exige clase, resistencia, fuerza y sentido estratégico. Lo consiguió nadando la clasificación en un tiempo extraordinario: 4m 7,82s. La cuarta mejor marca de la historia. Récord olímpico. Casi sin quererlo. Le bastó con abrir un poco el grifo en el primer parcial, el de la mariposa. Al pasar por los 150 iba a ritmo de récord del mundo. Luego se frenó. Llegó un segundo más rápido de lo que pretendía. "Nunca esperé nadar tan rápido", dijo.

El metabolismo de Phelps, a sus 23 años, es un mecanismo tan raro que no sólo le permite quemar el doble de calorías que al resto de los atletas. Además le concede la ventaja de regular con precisión el gasto energético de un depósito que carga más que el del resto. Sólo así se puede aspirar a conseguir ocho oros disputando 20 carreras en nueve días. "Cuando estoy nadando me puedo relajar bastante, sea a costa de reducir la fuerza o la intensidad del batido de piernas, o de no empujar tan fuerte con los brazos", dijo, para explicar la habilidad que ha desarrollado. "Así es como me dosifico. En las series preliminares sólo hago lo necesario para meterme en la final".

Bob Bowman, su entrenador, se maravilla ante el prodigio biológico que permite que Phelps domine los 400 estilos como nadie. "Ahorra energía porque su técnica es mejor que la de cualquier nadador en la historia, y tiene una base física natural que refinamos y trabajamos desde que tenía 11 años", advierte. "En la mariposa, su brazada no se parece a la de nadie y, además, es capaz de mantenerla durante largos periodos sin agotarse demasiado. Puede nadar muy rápido con menos reclamo de energía. No sé exactamente por qué es capaz de esto, pero lo hace. Porque lo cierto es que no entrena tanto. Garantizo que ha entrenado menos la mariposa que el resto de los mejores mariposistas del ránking".

"Probablemente", continúa Bowman, "durante las carreras produce ácido láctico más tarde que el resto. Llega más lejos aeróbicamente a una velocidad superior. Sus pruebas de estilo son tan buenas porque puede nadar la mariposa durante 55 segundos sin gastar apenas energía. Mientras que los demás se tienen que matar para ir a la misma velocidad. Tiene una ventaja automática porque puede nadar los primeros 100 sin ir a tope. Hasta que no nada la braza y el libre apenas usa las piernas. Se las ahorra. Consigue mantener una muy buena posición del cuerpo, y un buen ritmo, sin dar muchas batidas. No creo que mucha gente consiga hacer eso. La mayoría tienen que patear realmente duro".

Michael Phelps nada mariposa en la prueba de 400m estilos.
Michael Phelps nada mariposa en la prueba de 400m estilos.ASSOCIATED PRESS

El diario de Michael Phelps

- Hoy: (4.03) Final 400 m. estilos. No tenía rivales en estilos... hasta que surgió su compatriota Ryan Lochte.

(12.54) Series 200 m. libre. Su récord mundial (1m 43,86s) es inalcanzable para todos.

(14.47) Series 4x100 m. libre. No ha entrenado esta distancia con rigor desde 2005. Quizás sólo compita en la final.

- Mañana: (4.13) Semifinal 200 m. libre. Su objetivo es lograr la mejor marca para ocupar las calles centrales en la final. Lochte, Basson y Park serán sus perseguidores.

- (5.26) Final 4x100 m. libre.Primera y última incursión de Phelps en la velocidad. Francia y Australia presentarán a los nadadores más rápidos de la historia: Bernard y Sullivan. Un escollo descomunal.

- (13.07) Series 200 m. Mariposa. La prueba fetiche de Phelps. Sólo un accidente puede impedirle hacer el mejor tiempo.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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