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ficciones

CURSO INTENSIVO DE FRANCÉS

Bonjour, je m'appelle Ana et je suis espagnole. Trés bien, habéis ganado l'Euro; sí, hemos ganado la Eurocopa. Y Nadal sur l'herbe de Wimbledon, Oh lá-lá... Bernard, el profesor de francés, intenta hacerse el gracioso, sans succès, sin éxito; no está acostumbrado a tener alumnos con más de veinte años.

En este curso de agosto, intensif d'été, casi todos son norteamericanos, casi todos de Kansas; Bernard sospecha que casi todos, partidarios de la pena de muerte. Además, un portugués, Ana, un adolescente coreano, y Protasia, una monja tanzanesa que bien podría tener treinta años como cincuenta y cinco. ¿Para qué querrá una monja aprender francés? ¿Se pagará ella misma el curso? Alors... Present d'indicatif, qu'est-ce que vous faites à Madrid, Ana? ¿En qué trabajas, en Espagne? Je travaille comme... No sé cómo se dice en francés, adjunta a la cátedra de economía política, en la Universidad Complutense. Politóloga. Alors... professeur de théorie politique, c'est trés interesant... Bernard decide organizar un debate al respecto, qu'est-ce que vous pensez sur la politique?, diferencias entre la izquierda y la derecha. Todos sin excepción opinan que el calentamiento global es muy grave, Connor no cree que se deba ayudar a los drogadictos, Desi no lo tiene claro, Ana empieza a hablar de constructivismo social y el debate se acaba.

MEDIA HORA DESPUÉS ESTÁN ENTRANDO EN UNA TERCERA PÂTISSERIE PARA CATAR, GÔUTER, LE FONDANT. TERMINAN HABLANDO DE MARXISMO Y REPOSTERÍA, AL PIE DE LA ESTATUA DE DANTON

Durante los últimos minutos de la clase repasan los adverbios de negación; Bernard piensa que Ana tiene un bonito escote.

Martes. Quelle-est la différence entre le passé composé y l'imparfait? Bernard decide dedicar el resto de la semana a los tiempos verbales, Desi tenía poca ropa pero ha hecho algunas compras, Connor ha hecho footing, ni a Ana ni a Protasia se les ocurre ningún ejemplo. Bernard les anima a que utilicen lo que ellas conozcan, lo que les resulte más fácil. Protasia no ha paseado nunca por París porque tiene que volver pronto junto a su comunidad. Ana considera que el desarrollo de las fuerzas de producción no ha alterado el concepto de plusvalía.

En el descanso, Bernard se acerca a Ana cuando ella espera turno en la máquina del café, Ça va? Más o menos, ya casi no me acuerdo de lo que estudié en el instituto. Me gusta mucho que haya alguien de izquierdas, gauchiste, en mi clase; yo mismo me considero socialista... Ana mira a Bernard a medio párpado, con un desprecio absoluto, un absolu mépris.

Bernard comienza la deuxième semaine del curso sin mucha confianza en sí mismo, futuro, gerundio, imperativo. En sus ejercicios, Ana habla del conductismo, de Kuhn, de la lucha de clases y el sistema financiero, le système financiere, de Althusser y el colonialismo. Connor le roba un lápiz a Protasia.

Le mercredi, Bernard decide dar un giro a sus clases; abandona momentáneamente los tiempos verbales y empieza a explicar los pronombres, les pronoms, sustitutos de quelquechose que vous ne voulez pas dire, de lo que uno no quiere nombrar. Directos e indirectos, de lugar y de cantidad. Desi los ha buscado, sus cuadernos. El coreano les ha llamado, a sus padres. Ana no debería, pero se comió algunos, algunos croissants. ¿Por qué no deberías? Parce que je suis a régimen. Alors... tu aime bien la pâtisserie? ¿Así que te gusta la pastelería?... Sí... Es que las boulangeries de París no son como las de Madrid. ¿Son mejores? Mucho... Frente a la escuela hay una fantástica. Mais non..., esa es una boulangerie vulgar, nada del otro mundo, rien de spécial... Bernard promete enseñarle las pâtisseries de París que más le gustan. Bernard no es un hombre delgado.

Dos días después, Bernard y Ana pasean por le 7ºeme arrondissement, el barrio de la torre Eiffel, entran en una pastelería, compran briochettes y tartines de frutas rojas. Diez minutos después entran en otra para probar el pain au chocolat. Ella opina que ese establecimiento parece una joyería; él coincide. No deberían comer más, no tienen hambre. Sin embargo, media hora después están entrando en una tercera pâtisserie para catar, gôuter, le fondant. Terminan hablando de marxismo y repostería, sentados al pie de la estatua de Danton. Croissants sobre la revolución y sobre los derechos del hombre.

Troisième semaine, condicional y subjuntivo. Protasia, qu'est-ce tu vas a faire aujourd'hui? Protasia no va a hacer nada. ¿Qué te gustaría hacer? Protasia no contesta y empieza a mirar por la ventana. ¿Qué os gustaría hacer hoy? A Connor le gustaría saltar en paracaídas. A Ana le gustaría no haber discutido con su novio. Bernard no sabía que ella tenía novio, ¿te vas a casar? No. Entonces no es tu fiancé, es ton petit ami. ¿Habéis venido juntos a París? Él se ha quedado en España, tiene trabajo, es concejal de Izquierda Unida en Tres Cantos, ¿cómo se traduce eso al francés? Non, je suis seule à Paris.

Bernard invita a Ana a merendar, ella no quiere; estoy muy gorda. No estás tan gorda, yo te encuentro muy hermosa; prueba una baguette viennoise. A Ana le invade una enorme tristeza mientras mastica; mi novio me ha dicho que estoy gorda... Y tiene razón, estoy hecha una foca; ¿tú crees que la mantequilla es burguesa? ¿Cómo dices? Mi novio dice que la mantequilla, les brioches, los bizcochos, son para le bourgeois. Bernard nunca había relacionado la viennoserie con la ideología, pero si la repostería tuviera una clase social, él supone que sería la clase media. Ana coincide. Prenez un chouquette, está recién hecho. Ana come en silencio pensando en dos cosas, el hojaldre y la lucha de clases; Marx no tuvo en cuenta a la clase media, ahí no estuvo fino el alemán. Bernard se limpia de migas la comisura de sus labios y le propone a Ana un chinois crème, un bollo de almendras con crema. No puedo, sigo estando a régimen. Seulement gôuter, sólo probar. ¿No está superado el marxismo? Ana traga pensando en el posestructuralismo, Deleuze, Derrida, Foucault, petit pain de albaricoque, merengues, gâteaux.

Yo te encuentro muy hermosa. ¿No crees que estoy gorda? Pas du tout. ¿En serio? Y se besan.

ZITA DELACO

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