Cambiazo punk a Damien Hirst
El artista se gastó 100.000 euros en recuerdos falsos
Además de la figura más famosa del arte británico, Damien Hirst es un avispado negociante que sabe apuntalar la cotización de sus obras con tretas publicitarias. Su igualmente hábil faceta de coleccionista también ha contribuido a engrasar una espectacular cuenta corriente. Por eso sorprende que un desconocido empresario llamado Simon Easton haya conseguido darle el cambiazo: Hirst le compró varias bolsas repletas de lo que creía era vestuario original de la era punk -incluida la famosa camiseta con el lema God Save the Queen, título emblemático de los Sex Pistols- para descubrir más tarde que se trataba de copias falsas. Desembolsó 100.000 euros por el lote.
Fue precisamente el antiguo manager de los Sex Pistols y creador de las piezas de ropa Malcom McLaren el que alertó a Hirst del supuesto fraude. Hace 35 años, McLaren y su entonces compañera, la diseñadora Viviente Westwood, se dedicaban a confeccionar "en el suelo de la cocina de nuestra casa" unas prendas señeras del movimiento punk, que vendían en su tienda de la Kings Road londinense. Las réplicas de Easton eran tan buenas que ni siquiera McLaren se dio cuenta del trueque en un primer momento, cuando le fueron mostradas vía Internet. Incluso accedió a firmar el prólogo de un libro recopilatorio de ese catálogo de ropa en edición limitada, hoy objeto de culto entre los coleccionistas. Un nuevo escrutinio de las prendas le permitió comprobar que, por ejemplo, aquella no era la camiseta que luciera Johnny Rotten en sus provocadoras actuaciones, sino una vulgar copia fabricada con diferente tejido. Easton niega las acusaciones con las que McLaren y Hirst han hecho frente común. El primero se juega su reputación como artífice de la iconografía del punk, y el segundo, un puñado de libras que ha cuestionado su buen ojo para las finanzas.
Damien Hirst, uno de los artistas más famosos del mundo (lalistaWIP)
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