Siete montajes reivindican el Teatro Romano de Sagunto como escenario

Tras muchos años de incertidumbre, en los que denuncias y sentencias han puesto en peligro la pervivencia del Teatro Romano de Sagunto como espacio escénico vivo, el festival Sagunt a Escena reivindicará este verano su utilidad con siete espectáculos, entre teatro, danza y música. La petición de no ejecución de la sentencia que ordenó revertir -esto es, derribar escenario y arrancar graderío- la reforma concebida hace 20 años por los arquitectos Giorgio Grassi y Manuel Portacelli deja en el aire la posibilidad de que los saguntinos sigan disfrutando el anfiteatro en años venideros. De momento, Sagunt a Escena arranca esta noche con la compañía de Vila-real Xarxa Teatre. El gigante que da nombre a la novela Tombatossals de Josep Pascual i Tirado será el encargado de levantar el telón. Y lo hará con un espectáculo gratuito en el aparcamiento de la Nau.

La velada de esta noche será intensa pues también se presentará la instalación artística Flux, movimiento en el espacio, del arquitecto iraní Jaafar Chalabi, que ha levantado un inmenso "tapiz volador" de tubos, que ordenarán su aparente caos con la colaboración de bailarines y la pretensión de producir un "movimiento dulce" y de generar un "sonido hermoso", en palabras del autor. "La estructura es una metáfora del viento entre la olas del mar", añadió Chalabi.

Seguirá el espectáculo de danza de Ramón Oller, también gratis, Lligat a pedaços, de la compañía Metros. Y acabará con un set electrónico, No Frost, a cargo de Eduardo Díaz, y del que no hay horario de cierre previsto.

Tras este aperitivo, el fin de semana se programa uno de los platos fuertes del festival. Desde Montreal, la creación de The 7 Fingers Les 7 doigts de la main, aúna disciplinas circenses y tecnologías multimedia con el baile y el teatro. Otros hitos del festival serán la Compañía Nacional de Danza, dirigida por Nacho Duato, los días 26 y 27 de julio, la obra Ajax, del director griego Theodoros Terzopoulos, el 22 de julio, y la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que enseña (30 y 31 de agosto) Las manos blancas no ofenden, de Calderón de la Barca.

El Teatro Romano acogerá los días 2 y 3 de agosto otro de los hitos del festival, Virtuosités Variées, con los bailarines solistas de la Ópera de París. También de danza, el mismo escenario ofrece el 6 de agosto Antonio, un homenaje a Antonio el Bailarín. El anfiteatro acogerá también obras de teatro como El mercader de Venecia (6 de agosto), Miles Gloriosus ((15 y 16 de agosto) y Hamlet (20 de agosto) y un recital (23 de agosto), Contigo me voy, de Rosario Flores.