Phelps echa el freno

Sus marcas y resultados parecen extraterrestres, pero Michael Phelps también es humano. El nadador más extraordinario de los últimos años, que cumple hoy mismo los 23 años, inició un nuevo reto en su laureada carrera la madrugada pasada en Omaha (Nebraska), donde se celebran las pruebas de selección estadounidenses para los próximos Juegos Olímpicos de Pekín. Pero el campeón echó el freno antes de empezar. Apuntado para participar en nueve pruebas individuales (100m, 200m y 400m libre, 200m y 400m estilos, 100m y 200m espalda y 100m y 200m mariposa) rebajó su último desafío al borrarse ayer de la de 400m libres.

En cualquier caso, el nadador de Baltimore aún está en el camino de superar, el próximo mes de agosto en la capital china, la hazaña lograda hace cuatro años en los Juegos Olímpicos de Atenas, donde obtuvo ocho medallas (seis de oro y dos de bronce, tres de ellas en las pruebas de relevo), y superar al fin los siete oros en la piscina del legendario Mark Spitz en Múnich 1972.

Su apuesta sigue siendo enorme: juega con 11 posibilidades de medallas olímpicas

La nueva apuesta de Phelps sigue siendo extraordinaria: aún juega con 11 posibilidades de medallas olímpicas (ocho individuales y tres de relevos en las que sería seleccionado, sin duda), pero acostumbrados al asombro que producen sus récords cualquier retirada casi convierte el más difícil todavía en mucho menos.

Bob Bowman, su entrenador, ya había insinuado que el nadador no quería participar en la prueba larga de estilos. En todo caso, no dejó de ser una sorpresa dentro de su cadena de hazañas cuando el sábado por la noche su nombre no apareció en las listas de las series. ¿La razón? Parecía demasiado, incluso para él, compaginar el mismo día, en sesiones de mañana y tarde, la respetable distancia del 400m libres con los 400m estilos, donde posee el récord mundial.

"Ha sido definitivamente una larga espera. Aguardas cuatro largos años y finalmente estás aquí", reconoció Michael Phelps antes de los trials; "estoy preparado para nadar y deseando que empiece la primera prueba. Me gusta ganar, competir, pero no me considero como una estrella de rock. Me veo a mí mismo como la misma persona que era cuando empecé a nadar", reflexionó fuera de la piscina, mientras las instalaciones del Qwest Center de Omaha eran reparadas de los desperfectos causados por un tornado. La oleada de fenómenos meteorológicos que han afectado este año ferozmente los estados centrales de Estados Unidos no dejaron libre a una de las citas más importantes de la natación estadounidense. Parte del techo se cayó y las gradas se inundaron.

Pero todo está ya arreglado y el plusmarquista mundial de 200m libres y mariposa, y 200m y 400m estilos (también estuvo en los cuartetos de relevos que tienen los récords de 4x100m y 4x200m libres) podrá llevar a cabo su reto.

Las pruebas de selección estadounidenses -se clasifican para los Juegos los dos mejores de cada prueba, salvo en los 100m y 200m libre, en que las plazas se amplían a seis- anunciaban ya récords antes de empezar, que seguirían a los 38 batidos desde que en febrero comenzaron a usarse los nuevos y polémicos bañadores "acuadinámicos" TZR Racer de Speedo. En realidad, las calles de la piscina de Omaha vivirán una lucha entre esa marca y TYR Sport, que lanzó su propio modelo en enero. Los Phelps, Lochte, Nathalie Coughlin o Katie Hoff, a un lado; al otro, Amanda Weir, Mark Warkentin o Mary Descenza.