Al Getafe le falta aire

Ya lo había advertido Michael Laudrup. El técnico del Getafe reclamó ante Osasuna la atención necesaria para solventar la permanencia de una vez por todas y así afrontar con las ideas claras el cruce con el Bayern de Múnich en los cuartos de la Copa de la UEFA y la final de la Copa contra el Valencia. Sucedió todo lo contrario. El cuadro de Ziganda cogió oxígeno en un encuentro deslucido por el talante riguroso de Pérez Lasa, que decidió el partido a la media hora: Contra y Monreal chocaron en el aire y el árbitro entendió que hubo agresión del defensa rumano. Contra retiró el codo, pero, aun así, vio la tarjeta roja.

La polémica le sentó como un tiro al Getafe. Tena protestaba cada acción, Celestini reclamaba con gestos que alguien cambiara a Pérez Lasa... Y en ésas llegó el primer gol de Osasuna. Justo antes del descanso, Licht se despistó en el marcaje a Miguel Flaño, que enfiló de cabeza un envío de Puñal.

El Getafe afrontó entonces un paisaje desolador. Con 48 partidos en las piernas, el grupo madrileño tiene justas las reservas de energía. Todo tiene un precio. Incluso, ser el único club español superviviente en tres competiciones. Eso sí, Laudrup no renuncia a sus principios haga sol o escampe. Con De la Red otra vez supliendo en el eje de la defensa a Belenguer, Casquero se apropió del balón. Osasuna le facilitó la tarea encantado, apoltronado y a la espera de una contra que matara el duelo de una vez por todas. Era cuestión de tiempo. Con el Getafe volcado al ataque, Dady le sacó un penalti a Celestini. Puñal engañó a Abbondanzieri y alejó a Osasuna de la pomada del descenso. Es lo que pasa cuando tienes tantos frentes abiertos.