El PP gana por décimas en Málaga

El PP dio un vuelco electoral en Málaga donde ocho años después volvió a ganar unas elecciones autonómicas. Ha sido una victoria apurada, apenas de medio punto de ventaja al 93% del escrutinio, pero que en ese momento ya parecía inamovible. El triunfo del PP se decidió en la foto finish en un recuento que resultó de lo más emocionante. Durante todo el escrutinio, el PSOE había ido por delante, y sólo cuando se superó el 80% del escrutinio se produjo el salto. Se veía venir.

Magdalena Álvarez y Celia Villalobos empatan a cinco escaños

El PSOE inició el recuento con casi nueve puntos de ventaja, un margen que se fue estrechando poco a poco, aunque durante buena parte del escrutinio se mantuvo en torno a tres puntos, la misma diferencia con la que los socialistas se impusieron en las generales, por lo que se antojó definitiva. No se recuerda una noche electoral tan emocionante en Málaga.

Los datos al 94% del escrutinio indicaban que el PP obtenía el 43,7% de los votos, apenas siete décimas más que el PSOE, pero suficientes para obtener un escaño más. De esta forma, lo que parece casi un empate es en realidad un vuelco electoral, ya que el PP suma ocho diputados por Málaga, dos más que hace cuatro años, mientras que los socialistas se quedan con siete, uno menos que en la última legislatura.

El PSOE si se impuso en las elecciones generales, en las que la candidatura encabezada por la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, aventajó en 3,5 puntos a la liderada por la ex ministra y ex alcaldesa de Málaga Celia Villalobos, con el 99% de los votos escrutados. Pero fue un triunfo con sordina, sin alharacas, porque no sirvió para contribuir a la mayoría amplia que reclamaba el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Pese a la victoria, el PSOE ha perdido un escaño en el Congreso de los Diputados, que ha recuperado el PP, de forma que ambos partidos quedan empatados a cinco. Y es que hace cuatro años el PSOE aventajó al PP en más de 13 puntos, lo que permitió una ventaja de dos escaños (6-4).

La participación electoral en los comicios autonómicos si situó en el 72,19%, medio punto más prácticamente que hace cuatro años (71,70%).

Las candidaturas a las elecciones generales de los dos grandes partidos tuvieron más votos que las autonómicas. IU y la Coalición Andalucista fueron las beneficiadas de este desfase, aunque a ésta última le valió de poco porque perdió el escaño que tradicionalmente mantenía en la provincia de Málaga. La lista encabezada por el secretario general del PA en la provincia y alcalde de Ronda, Antonio Marín Lara, no alcanzó siquiera el 3% de los votos.

Por el contrario, IU resiste la clara tendencia al bipartidismo del electorado malagueño y con más del 7% de las papeletas emitidas consigue mantener el escaño malagueño, que ocupará el coordinador provincial de la organización, José Antonio Castro, que se estrenará en un cargo electo.

Los malagueños han discriminado inusualmente su voto en unos comicios que en ambos casos se han resuelto con un resultado muy apurado. En Málaga capital por ejemplo, triunfó la candidatura de Magdalena Álvarez por un sólo punto de ventaja sobre la lista de Celia Villalobos; pero en las autonómicas ganó la candidatura popular liderada por Esperanza Oña.

El PP en general se impuso en las principales ciudades como Marbella, Fuengirola, Vélez Málaga y Torremolinos, donde tiene sus feudos principales. Esta vez no ocurrió como en las generales y autonómicas de 2004, cuando al año de ratificar su hegemonía en unas elecciones municipales, el PP perdió la doble cita del 14 de marzo por 13 puntos de desventaja con el PSOE.

PP y PSOE superaron los 300.000 votos en las elecciones autonómicas, mientras IU superó los 50.000 para mantener su escaño.