La marca de la diferencia
No hay ninguna circunscripción electoral en Andalucía como Sevilla donde se mantenga elección tras elección la diferencia tremenda de votos entre PSOE y PP. En esa provincia los socialistas sacaron 30 puntos de ventaja al PP tanto al Congreso de los Diputados como al Parlamento de Andalucía en las legislativas y autonómicas de 2004. En los resultados en esta provincia, la más poblada, está una de las claves de la diferencia entre los dos partidos mayoritarios en el cómputo regional. La mayoría absoluta en el Parlamento andaluz está en 55 de los 109 diputados. El PSOE sacó en 2004 61 diputados y ese colchón de seis escaños lo tiene precisamente en Sevilla. Eso se debe, entre otras causas, a la extraordinaria fortaleza de la organización socialista en esta provincia, cuyos dirigentes tienen una acusada tendencia a las distracciones por las peleas internas, pero las tiene prohibidas cuando hay que cosechar votos. Por el contrario, la implantación provincial del PP deja aún mucho que desear.
En la doble cita electoral del 9 de marzo, el PSOE aspira a mantener resultados. Ocho escaños en el Congreso, frente a los cuatro que obtuvo el PP; y 11 en el Parlamento andaluz, ante los 5 del PP, uno de IU y otro del PA.
Por primera vez, el líder del PP, Javier Arenas, no se presenta por su provincia pese a que Sevilla. Arenas ha preferido Almería porque, según él, es la provincia más abandonada de la comunidad, aunque en el fondo de su decisión se halla el deseo de encabezar por una vez una lista que obtenga más votos que el PSOE y eso, en Sevilla, no lo ha podido conseguir nunca.
Al frente de la lista autonómica popular está Juan Ignacio Zoido, ganador de las elecciones municipales en la capital andaluza. Zoido tiene como reto subir al menos un escaño frente a la lista que encabeza el socialista José Antonio Viera.
Izquierda Unida, con Juan Manuel Sánchez Gordillo, y Coalición Andalucista, con Julián Álvarez, aspiran a conseguir un acta al Parlamento andaluz, aunque algunas encuestas ponen en duda el acta de los nacionalistas.
Al Congreso, los dos principales partidos presentan a dos pesos pesados. Alfonso Guerra lidera, como ha hecho desde 1977 la candidatura socialista, mientras que el PP ha tenido que recurrir a uno de sus activos más conocidos y sólidos como Soledad Becerril, que abandona el Senado.
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