Una máquina
Abidal, que trabajó poniendo moquetas, se consolida en el lateral izquierdo del Barça por físico, solidez y trabajo
Sergi fue el último. Desde que Louis van Gaal le despreció, por el lateral izquierdo del Barcelona han pasado Bogarde, Fernando Navarro, Coco, Sorín, Gio y de vez en cuando aparece aún Sylvinho siempre que Frank Rijkaard da descanso a Eric Abidal (Lyon, 1979): de los 40 partidos disputados, en 31 ha estado el fornido francés, de 1,84 metros y 79 kilos, al que llamaron el keniata.
A Xavi no le extraña: "¡Qué maquina! Una roca". "Es un portento", precisa Paco Seirul.lo, preparador físico; "un atleta de raza negra". Abidal le buscó al llegar al Camp Nou. "Me entreno poco", le confesó. Así que le diseñó un plan especial con unas cargas de trabajo que no soportarían sus compañeros. Crecido en la cité de Champlong, en Saint-Genis-Laval, ocho kilómetros al sur de Lyon -"a mi edificio le llamaban la serpiente"-, Abidal es hijo de una enfermera y un dietista de Martinica y empezó a jugar en el rellano de casa.
"El mío era un barrio de trabajadores. Desde la ciudad, se le veía como foco de marginalidad y delincuencia, pero no era así. Vivíamos en la calle porque las casas eran tan pequeñas que no cabíamos. Mi madre me habría dado una buena paliza si me hubiera metido en líos", recuerda. Por entonces conoció a Hayett, hoy su esposa. Tardó años en dirigirle la palabra: "Mi madre compraba en el colmado de sus padres y les tuvo que pedir permiso para que yo hablara con ella. La cité tiene sus reglas. No pasábamos hambre. Pero, si queríamos un bollo, teníamos que bajar a la panadería a la hora de cerrar. Antes de tirar los pastelitos que sobraban, nos los daban a nosotros".
Hoy es tan rico que posee el Grand Café des Negociants, un histórico local de comidas fundado en 1864. Lo adquirió porque, siendo niño, se le impidió la entrada por negro.
Convertido al islam "por convicción", Abidal opina que la gran diferencia entre España y Francia es que aquí "te puedes sentar en un banco a charlar y no viene la policía a identificarte; este país es más libre". "De pladur y de parquet nadie me puede enseñar", añade, "porque trabajé poniendo moquetas, parquets... Cuando veo a un currante por la calle, pienso que podría ser yo".
Subcampeón mundial en Alemania 2006, es el segundo azulgrana en recuperaciones (149, una cada 11m 56s), por detrás de Milito y por delante de Touré, baja hoy por lesión. Aunque le falta precisar el centro, "sube mucho porque es rápido y facilita situaciones de dos contra uno", cuenta Eusebio, ayudante de Rijkaard; "defiende bien y es muy sólido".
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