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Reportaje:Semifinales de la Copa del Rey

Unas botas para tres hermanos

Banega compartió partidos con Messi en un barrio pobre de Rosario

"Las botas las destrozaban. Como somos una familia trabajadora, se hacía difícil comprarlas. Así que los tres hermanos de edades parecidas, Luciano, César y Éver, las compartían. Cuando terminaba uno el partido, se las dejaba a otro, que empezaba otro encuentro". Y así, en una rueda infinita, los hermanos Banega jugaban con ellas hasta que quedaban hechas añicos, según cuenta Daniel, el padre de cinco hijos, el tercero de los cuales, Éver, de 19 años, le ha salido futbolista, el mediocentro del Valencia que causó sensación el sábado en Mestalla ante el Recreativo por su clase y su nervio para armar el juego del equipo.

"Estoy muy nervioso por el partido ante el Barça, pero Éver tiene una gran personalidad. Me sorprende lo rápido que se ha adaptado y lo tranquilo que está en la cancha", dice el padre por teléfono desde el sur de Rosario (Argentina), en un barrio "obrero". "Nos llenan de orgullo los futbolistas que salen de acá: Éver, Lavessi [Nápoles], Leo Messi...". Daniel sigue trabajando en una empresa de telefonía.

"Tiene personalidad. De niño, le daba 'bronca' perder ante Leo", dice su padre

"¿Messi? A los cinco años ya nos pintaba la cara. Leo era un crack desde muy niño. A Éver le daba mucha bronca porque no le gusta nada perder", recuerda Daniel sobre los partidos de fútbol-7 entre el delantero del Barcelona, que jugaba en el Grandoli de prebenjamines, y el centrocampista del Valencia, que lo hacía en el Nuevo Horizonte. La carrera de Messi se dispararía poco después en el Barça mientras que la de Éver, menos vertiginosa, pasó antes por el Alianza Sport.

Allí tuvo la suerte de encontrarse con Orlando Gallego, el técnico que apostó por este 5 "corajudo, atrevido, prepotente en la cancha". "Si lo ponía en el banco", recuerda, "se volvía loco. No tiene gol, pero es muy bueno para armar el juego. Sus pases son justos y precisos. Maneja las dos piernas. Tiene cambio de ritmo porque es más rápido que Gago y eso le da la posibilidad de encarar y regatear con facilidad. Le encantan los desafíos".

Gallego le llevó a probar al Boca Juniors seis veces porque "estaban en duda". Hasta que Alfredo Altieri le dio el sí. Éver inició una ascensión que lo convirtió en el sustituto de Gago, traspasado al Madrid, y en una de las figuras del Mundial juvenil que Argentina ganó el pasado verano. El Valencia pagó este invierno 18 millones. Y Éver sacó lustre a sus viejos botines.

Banega, el pasado sábado, contra el Recreativo.
Banega, el pasado sábado, contra el Recreativo.JORDI VICENT

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