Cruyff regresa al Ajax como asesor deportivo

Los futbolistas suelen tener apodos cariñosos que acaban por oscurecer su propio nombre. No es el caso de Johan Cruyff, la única leyenda incontestable del deporte holandés. Conocido en su país como El salvador, ayer hizo gala de su apodo y aceptó regresar al club de su vida, el Ajax de Amsterdam, como asesor técnico. Sumido en una profunda crisis que le ha impedido ganar un solo título local desde el año 2004 y desaparecido de Europa desde 1995, la vuelta al club de Cruyff fue presentada como un acto casi heroico por su parte. Reclamado para asesorar en la "nueva estructura técnica y deportiva", la afición confía en que su fichaje se complete con la llegada de Marco Van Basten, actual seleccionador holandés.

Cruyff no pudo negarse cuando el consejo del club -una especie de parlamento deportivo formado por los representantes de los accionistas y viejas glorias de la entidad sin derecho a voto- le instó a ayudarles en la recuperación de los viejos valores de la entidad. Dicha receta compone en esencia la conclusión trazada por Uri Coronel, antigua gloria del Ajax, en un informe muy crítico con la actual dirección. En su opinión, sus miembros "no conocen a fondo el mundo del fútbol y no pueden representarlo de forma adecuada". Coronel ha instado también a abandonar la Bolsa, donde el club cotiza, para no depender de sus vaivenes. Al conocerse la noticia del fichaje de Cruyff, se produjo una subida inmediata en la cotización de las acciones del Ajax. A sus 60 años, el hombre que con el Ajax ganó tres Copas de Europa como futbolista y una Recopa como entrenador regresa al rescate del club de su vida para sacarlo de la miseria deportiva.