Casillas grita su frustración tras la derrota en la Copa

"La Copa", repetía. Cada vez que a Casillas le preguntaban qué título le hacía más ilusión, la respuesta ya estaba registrada. "La Copa", decía. El título que más atraía al portero del Madrid era el único que, por estar reservado a los suplentes, no podía disputar. Pero igualmente lo añoraba. Por eso, cuando el Madrid quedó eliminado ante el Mallorca (0-1) el miércoles en el Bernabéu bajó corriendo desde la grada a punto de perder los nervios. Sus compañeros, hundidos en el vestuario, lo vieron abrir la puerta fuera de sí. "¡Joder!", gritaba. "¡Hemos tenido mil ocasiones! ¿Cómo pudimos perder un partido así?".

Casillas, que siguió el partido desde la zona noble del estadio, es uno de esos chicos que apenas recuerdan el día que el Madrid ganó su última Copa, en 1993. Tenía 12 años. Alguno menos que Raúl, Guti y Michel Salgado, los otros capitanes. Gente que coleccionó todos los títulos que tuvieron a su alcance a lo largo de la última década. Menos la Copa del Rey.

Casillas no pudo jugar las finales que perdió el Madrid en 2001 y 2004. Su puesto lo ocupó César, entonces el portero suplente. Tal vez por eso, porque deseó haber podido defender la portería en aquellas noches trágicas de Chamartín y Montjuïc, la frustración de la derrota le afectó especialmente. Arrastró su rabia durante años y ayer se dejó empujar por la cólera cuando bajó corriendo a consolar a sus compañeros hundidos. El panorama que se encontró no fue de optimismo. Mientras su entrenador, Bernd Schuster, hacía lecturas positivas desde un punto de vista estratégico -y con cierto sarcasmo-, los jugadores eran incapaces de sentirse animados.

Salgado, que fue titular el miércoles, se aferró ayer a un único consuelo: "En mi opinión hicimos el mejor partido en lo que llevamos de temporada".

Saviola, un mes de baja

Para el cuerpo técnico, la posibilidad de quitar del calendario cinco partidos eliminatorios supone un alivio. La planificación se hace más llevadera, y la plantilla es más fácil de explotar. Los ayudantes de Schuster contabilizan las bajas con preocupación. Saviola, el último en lesionarse, cayó contra el Mallorca. Sufre un esguince de ligamentos del tobillo y la rodilla de la pierna izquierda y tardará más de un mes en volver a competir, según los médicos.