España desperdicia otro cartucho

En el deporte de alta competición no menudean las segundas oportunidades. Te lo juegas todo a una carta, a veces de pocos segundos, y si fallas estás muerto. Adiós a la gloria. No parece ser el caso del voleibol. La selección española perdió ayer ante Serbia (3-2) una oportunidad para estar en los Juegos Olímpicos de Pekín el verano que viene. La segunda. Pero no la última. Eso sí, los chicos de Marcelo Méndez, los vigentes campeones de Europa, tendrán que esperar hasta mayo para saber si se han ganado el derecho a ser olímpicos.

De nada sirvió ganar a las potentes Polonia e Italia -la Italia de Anastasi, el técnico que hizo a España campeona- en la fase de grupos del preolímpico que terminó ayer en Turquía. En la final, al otro lado de la red estaba Serbia, uno de los mejores equipos del mundo, un conjunto de juego agresivo y con una presencia física imponente -seis de sus jugadores superan los dos metros-. Pero España salió entonada y logró imponerse, con alguna dificultad, en el primer set (26-24) y de forma mucho más cómoda en el segundo (25-16).

Con todo a favor, España se paralizó. Los bloqueos no funcionaban, las recepciones, tampoco. Ni los tiempos muertos. Serbia forzó el quinto set con facilidad y llegó a tener una ventaja de 4-1 en el quinto y definitivo. Un par de fallos en el saque de los serbios y un par de aciertos de los hermanos Falasca después, España igualó el marcador. Incluso se puso por delante. El espejismo duró hasta el final y con polémica, pues los árbitros dieron un punto a Serbia muy protestado por los españoles. Era la primera pelota de partido. La definitiva fue la tercera. 17-15 y Serbia en los Juegos Olímpicos, donde ya esperan China, como anfitrión; Venezuela y Estados Unidos, ganadores de los preolímpicos americanos; Brasil, Rusia y Bulgaria, medallistas en la Copa del Mundo del año pasado.

Aún quedan por resolverse los preolímpicos asiático y africano y, sobre todo, los mundiales, en mayo. Ahí tendrá España su última oportunidad. Antes debe resolver la situación del seleccionador, cuyo contrato se habría renovado ayer si España hubiera logrado la victoria. "No sé si seguiré", reconoció el argentino a Efe; "ahora sólo pienso en los jugadores".