Tamudo pilota un equipo pletórico

El Espanyol se ha convertido en un equipo supersónico, capaz de merendarse al rival más pintado, con un juego excelente, acorde con su pletórico estado de forma, con un colectivo muy sincronizado y con la inspiración de una colección de jugadores talentosos. El caso es que divierte, suma 14 jornadas de Liga sin perder y se ha asentado en la zona Champions. Al Villarreal, uno de sus rivales directos en el pico de la tabla, lo fulminó en un abrir y cerrar de ojos. Coser y cantar pareció.

Sólo faltaba que al estado de gracia de Tamudo, Luis García y Valdo, más que Riera en esta ocasión, se añadiera De la Peña, que ya venía anunciando hace algunas jornadas que vuelve a ser el de sus mejores épocas. La conexión entre este cuarteto es letal. Más aún si enfrente se sitúa un equipo como el Villarreal, que dejó demasiados espacios entre líneas. Si a Tamudo no se le echa el lazo, sucede lo que sucedió. En una de las primeras maniobras de los suyos en el centro del campo, bajó en apoyo de De la Peña y arrastró tras él a Fuentes. Al central del Villarreal trató de ayudarle Mavuba. Se agrietó la defensa. Un pecado mortal estando enchufados Tamudo y De la Peña. El cántabro vio la maniobra del delantero, que hizo una pared con Luis García, se plantó ante Lux como Pedro por su casa y marcó.

El Espanyol divierte, suma 14 jornadas sin perder y se asienta en la zona 'Champions'

No le faltaron ánimos al Villarreal. Mati hurgó especialmente por la banda derecha, la que cubría David García. Pero la cobertura del Espanyol fue el reverso de la moneda. Se agrupó, basculó hacía aquel lado y rodeó a Rossi, el único que parecía tener la escopeta cargada. No se notó siquiera la ausencia de un puntal como Jarque. Menos aún cuando el Espanyol, en menos de un cuarto de hora, ya había logrado el segundo tanto. La espuela de Valdo evidenció sus excelentes reflejos. Pescó el balón y marcó como si fuera un pelotari, tras el rechace del larguero en una falta lanzada por Luis García. El Villarreal trató de rehacerse. Senna y Mavuba ajustaron sus posiciones, combinaron desde atrás y proyectaron a Mati, que volvió a conectar con Rossi. Pero el italiano, siempre con un defensor en la chepa, no pudo perfilarse para poner en apuros a Kameni. Pirés dio el único síntoma de vida en ese tramo de partido con un remate cruzado. Nada más. El Villarreal no lograba darle la continuidad suficiente a su juego en el centro del campo, ni abrir por la banda izquierda, donde Cani pasó desapercibido, ni ponerle algún balón en condiciones a Rossi.

El Espanyol se lanzó a tumba abierta. Cuando no remataba Tamudo, lo probaba Luis García y hasta De la Peña se animó. El tercer tanto delató la indolencia de la defensa del Villarreal, que se abrió tanto que rozó la expulsión de Senna en una arrancada de Luis García, dejó que Tamudo actuara tan alegremente que remató totalmente solo a la salida de un córner, peinado por Valdo. Hecho el trabajo, el Espanyol contemporizó durante una segunda parte en la que lo mejor fue una falta al poste enviada por Rossi y un remate de Tamudo que sacó Fuentes bajo palos. Al Espanyol ya no le hacía falta más.

Espanyol 3 - Villarreal 0