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17ª jornada de Liga

Pendientes de la pegada del Madrid y su eficacia a balón parado

Jordi Quixano

El Real Madrid suda para imponer su juego y se le atragantan los partidos cuando le aprietan en posiciones adelantadas, pero apenas concede goles -14 por los 12 del Barça- y resulta un equipo fiable porque Casillas para mucho y en la delantera nadie hace regalos.

- Mucho de poco. Lleva 36 goles el Madrid -una media de 2,25 por partido- y el Barcelona, que ha ganado todos sus partidos de casa, asume que "necesitan muy poco para marcar". Es lo que sostiene Deco. También lo dicen los números. Ha rematado el Barça 246 veces, por 210 del Madrid. "Su línea de delanteros es de las mejores del mundo y se puede comparar con la nuestra, la del Milan, la del Inter, la del Arsenal...", interviene Iniesta. "Tienen mucha movilidad en ataque", avisa Eusebio, ayudante de Rijkaard. Lo mismo opina Puyol, que se tendrá que pelear con Robinho y con las caídas en la banda de Raúl. "Los movimientos del holandés son más previsibles. Raúl se mueve en el desorden y es muy difícil de prever", añade Unzue. "Además, tienen a Van Nistelrooy", añade Milito. "Es uno de mis delanteros preferidos desde que estaba en el Manchester", sostiene Iniesta. "Hablamos del típico goleador. El balón parece que siempre va donde está él", insiste Milito. "El truco está en no darle espacio", dice. "Así de fácil, así de difícil".

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Un clásico de vértigo

- Diarra y dos más. Dice Eusebio que al Madrid hay que compararle con el Getafe antes que con el Madrid del año pasado. "Prefiere tener la pelota y ha alargado el paso por el centro del campo. Toca más el balón". Le da la razón su colega Unzue: "Con Capello, jugaba más de ida y vuelta. Ahora no tanto". Para el vestuario azulgrana la duda es quién acompañará a Diarra. "Él juega siempre, de manera que, para saber qué tipo de partido propone Schuster, depende de a quién ponga al lado de Diarra", explican los técnicos.

- Peligro a balón parado. Lleva el Madrid tres goles de falta directa (cinco en todo el curso pasado), dos de tiro indirecto (por tres con Capello) y un remate de córner (la temporada pasada alcanzó cuatro). "Para frenar eso sólo hay una solución: estar muy atentos", dice Milito. A veces no basta: "El año pasado, Sergio Ramos remató de mala manera, porque el marcaje de Puyol fue excelente, y la clavó", explica Unzue. El Barça fijará las marcas tan pronto sepa quién juega por el Madrid. "Tienen mucha oferta en el remate: Ramos, Van Nistelrooy, Raúl...", asegura preocupado Unzue. "Normalmente, buscan segundas opciones, lo más difícil para el portero y los defensas; el primer remate siempre es más previsible".

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