El mejor rezo de Kanouté

La comunidad islámica residente en la ciudad de Sevilla -en torno a 2.000 fieles- podrá seguir rezando en la mezquita de la plaza Ponce de León, situada en el centro de la capital hispalense, gracias a Kanouté. El delantero del Sevilla, de 30 años, ha comprado por 510.000 euros el local que los musulmanes, especialmente de nacionalidad española, argelina y senegalesa, habían convertido desde hace seis años en su centro habitual de culto. El contrato de alquiler expiraba y la mezquita cerraría por los problemas económicos de la comunidad. Pero Kanouté, que acude habitualmente a rezar al centro con su compañero Keita, lo ha evitado. "Suelen venir los viernes. Gracias a él seguiremos aquí", explica uno de los fieles.

"Es una inversión normal de un local bien situado", explica el jugador de Malí

El goleador de Malí destaca fuera del campo por su carácter reservado y hermético, casi cercano al misticismo. Y por sus fuertes convicciones religiosas. Durante el partido de la Supercopa de Europa de la temporada pasada contra el Barça se tapó la publicidad de la camiseta, de una marca de juegos de azar, por considerar que iba en contra de sus principios religiosos. "Lo de la mezquita es una inversión normal de un local bien situado", explicó Kanouté sobre la compra del establecimiento.

Kanouté abrazó la religión islámica cuando tenía 20 años. Desde entonces, su labor solidaria y humanitaria ha sido ingente en su país, Malí, con altas cantidades económicas destinadas a proyectos humanitarios. A su colaboración más conocida, la construcción del Pueblo de los Niños para acoger en una gran aldea de 18 hectáreas a los menores que están abandonados en la calle, destina 750.000 euros. Sus gestos han llegado ahora a Sevilla, ciudad en la que vive desde que le fichó el equipo de Nervión hace tres temporadas procedente del Tottenham. El máximo goleador del Sevilla desde entonces tiene una ficha aproximada de dos millones de euros netos por temporada. Medio millón de este curso, una cuarta parte, se lo gastará en la mezquita de Ponce de León.

La comunidad islámica alquiló hace seis años el local y lo convirtió en un centro cultural islámico. José Manuel Espinosa, uno de sus principales dirigentes, confirma que desde entonces desarrollan una intensa actividad cultural, educativa y religiosa en estas instalaciones, cuyo alquiler expiraba en unas semanas.

Así las cosas, el futbolista del Sevilla acudió a la llamada de auxilio de algunos fieles, que le alertaron del posible cierre de esta mezquita y que hubiera dejado a esta comunidad con un solo templo de rezo, la mezquita de la Macarena, donde los fieles suelen ser marroquíes. A estos recintos han acudido, según algunos integrantes de la comunidad islámica, el propio Kanouté y su compatriota Keita, una de las sensaciones de la Liga esta temporada.

Con el gesto de Kanouté, esta comunidad cuenta con dos santuarios a la espera poder construir una gran mezquita en Sevilla si el ayuntamiento les cede un terreno municipal tras la negativa de los vecinos del barrio de Los Bermejales a que se levantara el nuevo templo cerca de sus viviendas. Profundamente religioso y muy reservado, Kanouté ha recibido por su gesto múltiples agradecimientos de los fieles islamistas.