Sólo el BNG duda de la recalificación del edil de Lugo

Las explicaciones que facilitó el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Lugo, Francisco Fernández Liñares, en la junta de portavoces celebrada ayer sobre una recalificación de terrenos de su propiedad, convenció al PP, pero dejó dudas en el seno del BNG que pedirá a la Consellería de Política Territorial si la operación fue legal y solicitará una reunión de la comisión de planeamiento.

El edil socialista compró en 2003 dos fincas de 749 metros cuadrados anexas a una propiedad suya y calificadas como suelo rústico, que ahora aparecen como suelo urbano consolidado en la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Municipal, lo que le permitiría construir cuatro viviendas unifamiliares de dos plantas.

El grupo de gobierno convocó una junta de portavoces, en la que Liñares, que aún no era responsable de Urbanismo en la fecha de la compra de las fincas, negó haber especulado con los terrenos y alegó que la recalificación afecta a toda una franja del barrio de A Ponte, por lo que ha beneficiado también a otros propietarios.

El PP, a través de su portavoz, Joaquín García Díez, aceptó por buenas las explicaciones de Liñares y dio "carpetazo" al asunto. Sin embargo, el BNG mantiene dudas. Xosé Anxo Laxe respeta la presunción de inocencia del edil, pero advierte que la recalificación "abre un nuevo criterio para todo el plan de Lugo". El nacionalista asegura que los criterios seguidos para transformar suelo rústico a urbanizable consolidado la zona de las fincas del concejal, no se siguieron en otros barrios. El alcalde, Xosé López Orozco, defendió que no hubo "información privilegiada".