Duelo de 'gambetas'
Messi y Agüero, con cinco goles, lideran los ataques de Barça y Atlético
Los dos son pichichis con cinco goles. Los dos hacen de la gambeta un arte. Los dos son diminutos en un fútbol en el que los ideólogos reclaman más centímetros, más fuerza, más músculos. Los dos rechazan su condición de sucesores de Maradona. "Como él no hay nadie", se quitan lastre.
Los dos son los mejores exponentes de la camada fértil del fútbol argentino. Lionel Messi (Santa Fe, 20 años y 1,69 metros de estatura) y Sergio Agüero (Buenos Aires, 19 años y 1,72 metros), referentes del Barcelona y el Atlético, son íntimos desde que compartieron habitación hace dos años en el Mundial sub 21 de Holanda, en el que la albiceleste se proclamó campeona. Ustari, portero del Getafe a la sombra de Abbondanzieri, les presentó en las tierras llanas de los Países Bajos. Forjó una sociedad letal. "¡Cómo se peleaban! Querían ganar en todo, hasta en la PlayStation", recuerda. "Los dos", recalca Agüero, "somos poco parecidos en algunas cosas y muy diferentes en otras".
La Pulga es zurda. Todos sus goles salen de su costado izquierdo. El Kun, aunque le pega con la derecha, es más variado: incluso marcó dos veces de cabeza pese a su centro de gravedad tan bajo. "Ahora que vamos con los mismos goles, nos reímos mucho porque no lo esperábamos ninguno", confiesa Agüero, que la campaña pasada, la de su llegada a Europa, anotó seis en la Liga y otro en la Copa. Messi, más hecho, explotó y cerró la temporada con 17 aciertos (14 en la Liga, dos en la Copa y uno en la Champions). "Agüero tiene una manera de jugar y yo otra, pero estamos cómodos, en buen momento", asegura Messi; "¡aunque él hace cosas imposibles!".
Los números de los dos pibes son un calco: 17 remates del mozo de La Masia, con una efectividad del 29%, frente a los 18 disparos del pistolero salido de Independiente, con un porcentaje favorable del 28%. "Lleva el balón pegado al pie y es muy difícil quitárselo", alaba Agüero a su colega. Eso sí, Messi recupera más balones (8) en el frente de ataque. Su labor defensiva la cumple con limpieza, sin apenas cometer faltas (6). En ese aspecto, y en los balones perdidos (37), Messi, en las divisiones inferiores del Newell's Old Boys hasta 2000, hasta cruzar el charco, demuestra que es el veterano. Y Agüero (18 y 58), un recién llegado.
"Pero eso da igual. Está intratable y es difícil pararlo. ¡Hace cosas imposibles!", continúa Messi, que también ha mojado dos veces en la Liga de Campeones. El Kun también se prodiga en Europa, con tres dianas en la Copa de la UEFA. ¿Cómo pararle? Messi no lo ve muy claro: "Tenemos que trabajar en equipo e intentar que no le lleguen demasiadas pelotas".
Clásicos aparte, el futuro de Argentina huele a pólvora. Es más que halagüeño. "Me gustaría jugar con Messi... Pero, al menos de momento, eso sólo podría ocurrir en la selección", se sincera Agüero. Esta tarde liderará al Atlético, el último equipo que ha ganado en el Camp Nou. Ocurrió hace 20 meses. Se enfrentará a su amigo. Y a uno de sus ídolos. "En Holanda, el profesor organizó un concurso de dibujo entre todos los jugadores de la selección y lo gané. Copié a Ronaldinho, que estaba en una foto como rezando. Tardé 25 segundos", recuerda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.