"En la mayoría de las selecciones no hay zurdos que jueguen de extremos"
Cuando intentaba un regate, una bicicleta o un autopase, se le enredaban las piernas. Y la afición del Espanyol se mofaba de él. "¡Riera, selección!", gritaba con sorna. Tres años más tarde y con una cesión al Manchester City de por medio, Albert Riera (Manacor, 1982) es un ídolo en Montjuïc. No hay tarde en la que el público no le regale los oídos con el consabido: "¡Ri-Ri-Riera!". Y ya ha alcanzado la selección: Luis le ha incluido en la lista para medirse a Dinamarca y Finlandia. Hoy (22.00, La Sexta) se bate con el Valencia.
Pregunta. ¿Se esperaba entrar en la convocatoria?
Respuesta. Últimamente se hablaba mucho y existían rumores, pero era precavido porque, si no me convocaban, iba a tener un chasco enorme. Sólo pensaba en trabajar para que, si no era para esta cita, fuera para la siguiente. Ahora estoy muy ilusionado y feliz porque se cumple uno de mis sueños.
"Disfruto porque juego sin preocupaciones. Si fuera por dinero, muchos nos habríamos ido"
P. Si hubiese jugado en un grande, ¿ya sería internacional?
R. No lo sé. Creo que no hay trato discriminatorio con los pequeños o medios porque lo lógico es que los seleccionadores llamen a los futbolistas de los grandes. Y en un equipo así quizá no hubiese tenido minutos. Pero está claro que es complicado encontrar jugadores como Silva, Vicente o yo. En la mayoría de las selecciones no hay zurdos que jueguen de extremos. Ahora se llaman interiores porque en el fútbol moderno es imprescindible cerrar los espacios por dentro a la hora de defenderse. Pero creo que, con el balón en los pies, deberíamos ser extremos.
P. Parece que últimamente se lo pasa muy bien en el campo.
R. Estoy disfrutando porque juego sin preocupaciones. Si fuera por dinero, muchos nos habríamos ido. Pero formamos parte de uno de los mejores momentos históricos del Espanyol y, aunque la Liga es larga, nuestro objetivo es luchar por un puesto europeo. Aunque nos falta pulir manías. En casa, por ejemplo, no sabemos llevar la iniciativa. Sí que mantenemos las líneas juntas y jugamos arropados, pero lo hacemos demasiado atrás. Nos encontramos más cómodos jugando al contragolpe. Lo bueno es que salimos muy rápido y que fuera nos mostramos sólidos. Pero en casa no podemos regalar ni el balón ni los puntos. Aun así, somos un rival incómodo porque aplicamos el contragolpe, abrimos el campo y jugamos por dentro y por fuera. Somos imprevisibles y logramos tener el uno contra uno, factor muy importante.
P. ¿Encarar al rival es lo que más le gusta?
R. Siempre lo he intentado y lo intentaré. Pero ahora tengo 25 años y, físicamente, me siento en plenitud. Aunque no siempre fueron buenos momentos. Yo también escuchaba los abucheos. Luego, me fui al Manchester City para jugar y no sólo tuve minutos, sino que gané en el juego aéreo, en agresividad y en velocidad. Gané complementos que me faltaban.
P. Lotina dijo que era irregular y Valverde aseguró que, de ser constante, obtendría lo que se propusiese.
R. Con Lotina no jugué porque no estaba a buen nivel y él no supo sacar lo mejor de mí. A los interiores muchas veces los tildan de irregulares. Pero eso es porque, si el equipo no ataca, pasamos inadvertidos. Nuestra misión se convierte en defender y ésa no es una de mis condiciones. A mí lo que me preocuparía es no dar una asistencia en dos partidos.
P. Valverde insiste en la salida del balón y la presión, los puntos flacos del Espanyol. ¿Qué responsabilidad tiene en esto?
R. Tengo que apoyar al punta en la presión y tapar la primera o la segunda línea de pase. El problema es que ejercemos la presión demasiado atrás. Y, en la salida de la pelota, debo apoyar en la construcción. Puede que no siempre reciba el balón, pero, si hago movimientos inteligentes, genero espacios para los de arriba. Lo que pasa es que la mayoría de los equipos que vienen a Montjuïc se encierran atrás. Bueno, porque nos dan la iniciativa. Y se nos atraganta el juego estático.
P. ¿Les falta De la Peña?
R. Siempre falta porque con él en el campo ganaríamos en la posesión del balón o en los pases interiores. Ronaldo dijo que le encantaba jugar con Lo Pelat detrás. Pues imagine a nosotros.
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