"Vamos a tirar del calcetín hasta el fondo"

Los presidentes de las federaciones de Cataluña; Andalucía; Castilla la Mancha; Cantabria; Baleares; Aragón; Gran Canaria; Galicia y La Rioja, representan buena parte del fútbol español. Ellos dicen que "el setenta por ciento". Por si no fueran suficientes, ayer se les unieron José Luis Astiazarán, presidente de la Liga, y Mateo Alemany, ex presidente del Mallorca, en calidad de portavoz de lo que bautizaron como Plataforma Federación de Todos. La agrupación se presentó en el salón de un hotel de la Plaza de Santo Domingo, en Madrid, para unir fuerzas (y solicitar nuevas adherencias) contra el presidente de la federación española de fútbol (RFEF), Ángel María Villar, a quien esperan derrotar en las próximas elecciones, previstas para el año que viene.

Al menos nueve territoriales y la Liga apoyan al ex dirigente del Mallorca

Lo que se escuchó en el recinto fue una especie de llamada a las armas de la política contra el equipo de Villar. Como proclamó Oscar Fle, el mandatario aragonés: "El fútbol español no merece el castigo de tener a los actuales dirigentes, monumento a la indigencia ética, intelectual y profesional".

Si Eduardo Herrera, el influyente presidente de la federación andaluza, ejerció la carta demoledora, la voz de arrastre, Fle representó al Catón del grupo cuando dijo que se asociaban para "erradicar el ocultismo, el miedo y el desprestigio permanente, eliminar prebendas y represalias, y denunciar la irresponsabilidad, el despilfarro y la liquidación por derribo del patrimonio federativo".

Nunca antes desde que asumió la presidencia, en 1988, Villar se había enfrentado a un grupo de opositores tan variopintos y temibles. En boca de todos los presentes restallaban las críticas a su gestión, culminada en el último trienio con una serie de escándalos judiciales y fracasos deportivos de la selección. La imputación de Villar y sus colaboradores por presunto mal uso de fondos públicos, y la denuncia del Tribunal de Cuentas por irregularidades en la administración de 23 millones de euros provenientes de las arcas públicas, son algunos de los motivos que han inspirado a Alemany a sentir "preocupación".

Alemany fue señalado por todos los presentes como "un líder". Es el hombre que, de haberse convocado las elecciones ayer, habría sido el candidato a la presidencia. Su discurso resultó menos demoledor y menos agresivo que el de sus acompañantes. Tras la andanada de Herrera y Fle, Alemany ejerció un papel contemporizador, integrador. "Esta plataforma nace del movimiento territorial", señaló, destacando la importancia del fútbol aficionado. "Es la base de este movimiento y de la futura federación".

Alemany prometió una gestión con criterios empresariales para resolver lo que calificó de "situación de quiebra". Luego avisó de que su plataforma es "abierta" y que piensa incorporar a las federaciones territoriales restantes. Para dar relieve a sus intenciones recurrió a una figura poética: "Vamos a tirar del calcetín hasta el fondo". El movimiento opositor al villarato surge en un momento propicio. El Consejo Superior de Deportes, órgano gubernativo, atraviesa un periodo de enfrentamiento con una federación a la que pide cuentas. Del CSD depende la convocatoria de elecciones, que se prevé se realicen antes de primavera.