García abre Canal 9 a la propaganda más dura del PP con el fichaje de Anxo Quintanilla
La reunión del consejo de administración de Radiotelevisió (RTVV) es un mero formalismo, pero servirá para confirmar la entrada en Canal 9 como director de Anxo Quintanilla y con él la línea más propagandística del PP a través de los medios de comunicación públicos que controla. Anxo Quintanilla fue director gerente de la televisión autonómica gallega entre 1996 y 2005. Bajo su responsabilidad al frente de la cadena se produjeron, por ejemplo, las listas negras de trabajadores que se negaban al servilismo al PP de Fraga y que fueron denunciadas públicamente. No sólo se especializó en la propaganda al servicio de intereses políticos partidistas sino en hacerlo con el menor coste posible.
Los cambios en el organigrama ahorrarán, según RTVV, 800.000 euros en salarios
La llegada al gobierno autonómico gallego de los socialistas lo sacó de TVG, justo cuando Ramón Luis Valcárcel, presidente de la Región de Murcia, lanzaba su canal autonómico, La 7. Anxo Quintanilla aceptó la propuesta y ha puesto en marcha un canal que se define por los contenidos propios, plantilla escasa y equipos de profesionales multidisciplinares. El mensaje de Francisco Camps, presidente de la Generalitat, a través del director general de RTVV, Pedro García, ha quedado claro. Anxo Quintanilla llega a Canal 9 para reorganizar la forma y el fondo, coincidiendo con la inevitable reconversión que se deriva del apagón analógico y el desarrollo de nuevas tecnologías.
RTVV acumula una deuda de 1.000 millones de euros, parte de la cual es a largo plazo y se extiende hasta 2016. No puede sobrevivir sin las aportaciones de capital de la Generalitat y el aval de la administración para continuar ejercicio tras ejercicio suscribiendo préstamos. Tiene una de las plantillas más abultadas, sobre todo si pone en relación con el porcentaje de producción propia que emite. Los consejeros propuestos por los partidos de la oposición han pedido explicaciones sin respuesta desde hace una década. Prueba de que el órgano colegiado no funciona en base al consenso y la discusión previa para alcanzar acuerdos es que esta tarde Emilio Fernández, presidente del consejo de administración, en presencia del director general Pedro García, y haciendo valer la mayoría que tiene el PP en el órgano, se dará por hecho consumado el nombramiento de Anxo Quintanilla, la nueva estructura organizativa desde los cuadros directivos y la reconversión de puestos de trabajo. En ello, ni han participado los consejeros ni los sindicatos.
Junto al orden del día, se dio traslado a los consejeros del objetivo que Pedro García se propone con el nuevo organigrama -sobre el que además pesa la sospecha de que se están convirtiendo en empleados fijos a algunos de los que han encadenado contratos temporales y son de confianza con un posible fraude de ley-, un ahorro de 800.00 euros en salarios de alta dirección.
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