Barberá y Camps arremeten contra el Gobierno por el control de la Copa

La 33 edición de la Copa del América en Valencia arranca con otro enfrentamiento del Ayuntamiento y la Generalitat con el Gobierno. La alcaldesa, Rita Barberá, y el vicepresidente económico del Consell, Gerardo Camps, arremetieron ayer contra el Ejecutivo por su propuesta de que la presidencia del Consorcio Valencia 2009 sea rotatoria. A falta de un acuerdo, cada Administración estampó por separado su firma en el contrato con la empresa ACM para las regatas de 2009. Barberá insiste en encabezar en solitario el Consorcio. La ministra se mostró sorprendida por el ataque del PP.

Salgado se muestra sorprendida por que el PP aproveche el acto para sus ataques

La sintonía exhibida con el Ejecutivo socialista para lograr que la Copa del América siga en Valencia apenas ha durado unas semanas. Hubo sonrisas y cordialidad en el acto de ayer de la firma del contrato con America's Cup Management (ACM), propietaria de los derechos de la competición, pero en las declaraciones posteriores Barberá y Gerardo Camps dejaron patente con duras críticas al Gobierno la tensión por el control del Consorcio.

La rúbrica del contrato en el edificio Veles e Vents duró unos minutos y ante la ausencia de acuerdo sobre el organismo y la necesidad de continuar la negociación, no hubo comparecencia común. La primera en hacer declaraciones fue la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, quien destacó la voluntad del Gobierno socialista "de hacer todo lo posible" para que las regatas de 2009 sean un éxito y recordó que el pasado Consejo de Ministros aprobó el pago de su parte del canon por la competición a ACM (42 millones de euros) y la facultó expresamente para ratificar el contrato a pesar de no existir el nuevo Consorcio -cuya creación era un paso previo necesario-, en aras de cumplir los plazos acordados. Salgado expresó su confianza en alcanzar un pacto con el Ayuntamiento y el Consell "en los próximos días" y explicó que su propuesta de instituir una presidencia rotatoria de las administraciones, repartida a tercios en los próximos dos años, "responde al interés del Gobierno en mantener una participación activa" en la preparación del evento. No sólo aporta el 40% del canon -lo mismo que el Consell, frente al 20% municipal-, sino inversiones por al menos 50 millones de euros más. Además, el Ejecutivo ya ha financiado toda la remodelación de la dársena interior del puerto para la pasada Copa y quiere que se valore su esfuerzo y participación.

Según fuentes gubernamentales, las partes habían acordado una breve intervención ante los medios. Lo fue la de la ministra, que abandonó después el edificio. Barberá y Camps, en cambio, se extendieron sin prisas en la exposición de su postura sobre el nuevo Consorcio. El vicepresidente económico consideró que la propuesta del Ejecutivo es fruto de "intereses partidistas" y exigió que no se cambie una presidencia que con Barberá "ha funcionado" por "un sistema rotatorio inédito". Según Camps, el hecho de que Salgado pretenda presidir el Consorcio en los próximos meses sólo responde a una estrategia de cara a los comicios generales del próximo marzo.

La alcaldesa insistió en que se mantenga la configuración del organismo, en el que ella ostenta la presidencia, y aseguró que "no es una cuestión de poder, sino de fuero", dado que "fue Valencia" la que trabajó para conseguir la sede de 2007 y "todas las ciudades con acontecimientos importantes" han creado entes presididos por alcaldes. Barberá detalló una lista de 12 eventos -exposiciones universales, juegos olímpicos y capitalidades culturales- para los que se han creado entes presididos por los alcaldes y enfatizó que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero sería "el primero en no respetarlo". También esgrimió el resultado de las últimas elecciones municipales, en las que el PP amplió su mayoría. La alcaldesa afirmó no haber recibido una propuesta del Consorcio hasta el pasado 20 de agosto y añadió que esperaba hablar de la cuestión con Salgado ayer. "En aras de la cordialidad" dijo haberse guardado más folios de argumentos.

La ministra replicó horas después al ataque del PP y aseguró estar "sorprendida, especialmente por la actitud de Barberá". "Espero que no se siga por la vía del enfrentamiento", avisó. Salgado explicó a este periódico que ya había comentado "personalmente" a la alcaldesa que el acto de la firma del contrato no era el momento de negociar, con ACM presente, y que ella no se ocuparía de los detalles. "No era el día", insistió Salgado, "y yo he procurado no faltar al respeto". La ministra enfatizó que mantendrá "su buena fe" para cerrar la negociación. "Si quiere hacer trampas, llevará ventaja, porque yo no las voy a hacer nunca", añadió tajante.

La responsable de Administraciones Públicas subrayó que el Ayuntamiento "no ha enviado al ministerio ni una objeción por escrito" a la propuesta, que remitió a mediados de agosto. "Hay que pensar en el interés de la Copa y no en crear problemas", defendió. Salgado rechazó intereses electorales en la presidencia del Consorcio -"que elija turno", dijo- y rechazó la lista de eventos de Barberá -"los Juegos de Atenas o Londres no los presiden alcaldes" y las exposiciones tienen comisionados-.