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Reportaje:

Fuego bajo sospecha

Un incendio destruye el piso de una víctima de malos tratos. La vivienda llevaba una semana vacía por el ingreso de la mujer en una clínica

F. Javier Barroso

Extraño incendio el que se produjo ayer por la mañana en un piso del barrio de San Cristóbal de los Ángeles (Villaverde). La vivienda se encontraba vacía desde la semana pasada, cuando su moradora ingresó en un centro sanitario. La mujer cuenta con una orden de alejamiento de su compañero sentimental, que está acusado de malos tratos, según fuentes de la familia. Las llamas mataron a los dos gatos (Nino y Betty) y al pájaro que tenía la dueña de la casa.

La vecina del cuarto izquierda del número 95 de la calle de Godella, Isabel García, fue la que dio la voz de alarma sobre las doce de la mañana. Subía por las escaleras tras haber comprado el pan. "Me he asustado mucho porque en el tercer piso salía un olor muy raro a goma quemada. He subido rápido a casa y he avisado enseguida", destacó Isabel. Su hijo y un vecino bajaron a ver qué ocurría. Cuando abrieron la puerta con el juego de llaves que tienen, se encontraron un fuego ya muy avanzado. Salía mucho calor. "Era un auténtico infierno. No sé cómo han podido abrir la puerta", añadió la mujer.

El hijo subió de inmediato a la casa. Al ver que el humo corría por el hueco de escalera y se colaba por debajo de la puerta, colocó junto a Isabel una manta de grandes proporciones y varias toallas empapadas en agua. Después se fueron al extremo de la casa. Cerraron todas las ventanas, salvo de la última habitación. Desde allí hicieron señas a los bomberos que les rescataron con un camión autoescala.

Igual ocurrió con el vecino contiguo a Isabel. Un cuarto vecino logró salir del edificio por su propio pie y al igual que los otros tres fue asistido por los facultativos del Samur-Protección Civil. Sufrían intoxicación leve por humo. Son dos mujeres de 71 y 40 años y dos varones de 31 y 34 años. Fueron dadas de alta en el lugar. "Ha habido mucha suerte, porque en ese momento no había nadie en la casa... Podía haber ocurrido una desgracia, porque las llamas eran enormes", comentó otro vecino.

El fuego destrozó el piso tercero derecha, salvo la habitación más alejada de la entrada. Los daños llegaron a la terraza de la vivienda del cuarto. Al lugar acudieron dos dotaciones de bomberos que tardaron unos 20 minutos en tener controlado el incendio, según informó un portavoz de Emergencias Madrid. La parte más negativa del siniestro se produjo con los animales de compañía de la dueña. La gata Betty y el gato Nino, junto con el pájaro, murieron asfixiados por el humo. La primera estaba escondida bajo la cama y el otro, junto a la entrada del cuarto de baño. La jaula del pájaro quedó calcinada.

Pilar Fernández, la hermana de la dueña, se hizo cargo del piso. Ayer no quiso pronunciarse sobre si el incendio fue intencionado o se debió a un cortocircuito u otras causas. "Yo que sé, pero todo es muy raro", concluyó Fernández, mientras se encogía de hombros. La propietaria del piso es la pequeña de cuatro hermanos. Lleva con su compañero sentimental más de 25 años, pero últimamente la relación se ha roto. Ella le ha denunciado por malos tratos y pesa sobre él una orden de alejamiento. De hecho, lleva puesta una pulsera para avisar a la policía en caso de que rompa el mandato de no acercarse a la mujer. El aparato receptor de la señal, que estaba en el salón de la vivienda siniestrada, quedó destruido por las llamas.

"Yo no quiero insistir en el tema, porque no lo tengo nada claro. Quizá el incendio no tenga nada que ver con ese tema", afirmó Pilar, quien reconoció que son "muchas casualidades" las que rodean al tema. "Mi hermana está internada hace una semana y media porque sufre problemas psicológicos. No ha superado el tema", añadió.

Pilar tenía previsto denunciar el caso en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Usera-Villaverde para que se investigue las causas que desencadenaron el pavoroso incendio.

El inmueble se quedó sin luz eléctrica durante gran parte del día, como medida de seguridad. El humo había ennegrecido toda la escalera desde el tercer piso hasta el último, el quinto. El olor a quemado era ya perceptible desde la calle, donde los vecinos no paraban de hablar del tema.

Un familiar de la propietaria de la vivienda observa el destrozo causado por las llamas en el piso de Villaverde.
Un familiar de la propietaria de la vivienda observa el destrozo causado por las llamas en el piso de Villaverde.MARUXA RUIZ DEL ÁRBOL

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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