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Reportaje:Fórmula 1 | Gran Premio de Hungría

Un mal día para Ron Dennis

El castigo a McLaren, colofón a una jornada conflictiva en la que el patrón dio la razón a Alonso

Cuando Ron Dennis apareció ayer en la conferencia de prensa de su equipo, antes de conocerse la decisión de la FIA, nadie esperaba que dijera lo que dijo. Todo el mundo especulaba con el enfado que debía de llevar con Fernando Alonso por los hechos que acababan de ocurrir en la tercera y última fase de la cronometrada. Le habían visto lanzar los auriculares contra la mesa del muro y después hablar de forma airada con el fisioterapeuta del español, Fabrizio, en el mismo muro, mientras se dirigía hacia el podio. Y cuando se cruzó con sus dos pilotos, justo después de que ambos se dieran la mano, daba la impresión de que se dirigía a Alonso sin que éste le prestara la más mínima atención.

"Me gustaría estar más unido a Alonso. Es como el principio de un matrimonio", dice Dennis

Por eso, cuando Dennis comenzó a hablar, hubo una cierta sensación de pasmo. Lo que decía parecía increíble: hablaba de un pésimo comportamiento de su pupilo, Hamilton, y en cambio afirmaba que Fernando Alonso no tenía la culpa de nada de lo que había ocurrido. Sorpresa mayúscula, que se haría todavía mayor más tarde, cuando la FIA culpase al español pese a las explicaciones y lo relegara al sexto puesto de salida. "Todo el asunto comenzó al principio de la cronometrada, entre dos pilotos muy competitivos y no salió como estaba planeado", explicaba Dennis. "Acabo de tener un duro intercambio de opiniones con Lewis y voy a decir la verdad. No hay que culpar a Fernando de nada". Estaba claro que era un mal día para el patrón de McLaren.

La versión de los hechos de Dennis era transparente. Si Alonso estuvo parado más tiempo del aparentemente necesario en el box al final de la tercera tanda de la cronometrada fue exclusivamente porque su ingeniero jefe se lo ordenó. No fue una decisión propia, ni lo hizo para perjudicar a Lewis Hamilton, que estaba esperando detrás para cambiar neumáticos y que, como consecuencia, no tuvo tiempo para realizar su última vuelta rápida.

"Hay un ingeniero que mira el GPS y analiza la situación de la pista, calcula el tiempo y determina cuándo da la salida a cada coche", explicó Dennis. "El hombre del lolly pop" -la señal de stop que indica a los pilotos si deben arrancar- "cometió un error. Levantó la señal antes de tiempo. Pero el ingeniero aún no había dado la orden. No sacas un coche cuando hay tráfico. Y esa es la función del equipo".

El "error" le costó caro a Alonso, que pierde la pole, pero también a McLaren como equipo: hoy no sumará ni un punto en la competición de escuderías, con independencia de los que obtengan sus pilotos, y verá reducida por tanto su ventaja sobre Ferrari. McLaren presentó anoche un recurso contra este castigo colectivo.

Alonso se había enfadado con sus técnicos, porque le habían puesto en el coche unas ruedas duras usadas -llevaban ya una vuelta- para realizar su último intento. "No lo entendí muy bien, pero al final funcionó", afirmó el español. Pero eso no tuvo nada que ver. Dennis, por primera vez, le justificó, le defendió y afirmó que Hamilton no había acatado sus órdenes de dejar pasar a Alonso en la pista. Y curiosamente, esta situación se produjo el mismo día en que, por la mañana, convocó a la prensa española para mantener la primera charla informal de la temporada. El patrón de McLaren intentó mostrar su otra cara y recalcó una y mil veces que su relación con Alonso tal vez no era la ideal, pero que iría mejorando. ¿Puso la primera piedra por la tarde? "Tengo enorme respeto por las cualidades de Fernando. Tiene una magnífica relación con ingenieros y mecánicos. Me gustaría estar más unido a él, pero estamos sólo al principio de nuestra relación. Espero que avance como en un buen matrimonio".

Dennis confirmó que su comunicación con Alonso quedó deteriorada después de Montecarlo, pero alegó que fue un malentendido. Y reconoció que no se sintió cómodo hace unas semanas, cuando Alonso le saludó fríamente tras ganar en Nurburgring. "A veces soy duro", comentó, "pero me gusta jugar limpio con mis dos pilotos".Ayer, dio un paso importante para mejorar su relación con Alonso, pero ni el piloto ni su entorno acaban de creerse este cambio de actitud.

Fernando Alonso, delante de Ron Dennis, tras la sesión clasificatoria del Gran Premio de Hungría.
Fernando Alonso, delante de Ron Dennis, tras la sesión clasificatoria del Gran Premio de Hungría.ASSOCIATED PRESS

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