Kaká 'se sube' al Madrid

Dicen los expertos en política internacional que para derrotar a los "enemigos" hay que conocerlos desde dentro y aprender sus hábitos. El Milan y el Madrid no son comparables a los Estados Unidos y la URSS de los años ochenta pero son enemigos en el campo. El club italiano protagonizó ayer una escena digna de una película de Woody Allen en el aeropuerto de Moscú. Se metió en casa del "enemigo". Sin querer, claro.

Mientras los madridistas viajaban camino a su hotel, los jugadores del Milan, encabezados por Kaká y Cafú, se equivocaron de autocar y se subieron al de los directivos blancos. Ninguno vio el cartel que ponía "autocar Real Madrid". José Luis Hurtado, jefe de protocolo del club español avisó a Kaká de que a menos de que quisiera vestir la camiseta blanca tenía que cambiar de vehículo.

Los jugadores italianos bajaron entonces -alguno se dejó una bufanda rossonera-. Todos, menos Ronaldo. El ex delantero del Madrid no está en Moscú por un problema muscular de última hora, confirmó Carlo Ancelotti: "No es nada grave, pero hemos preferido que se quedara a trabajar en Milanello".

El cuadro lombardo y el Madrid podrían enfrentarse el domingo si esta tarde ganan al Lokomotiv y al PSV, respectivamente. Con la ausencia de Ronaldo todos los focos están puestos en Kaká -Ramón Calderón lleva dos años intentando fichar al brasileño- y Baptista. Éste sabe que el Milan está interesado en él y que la semana pasada su administrador delegado, Adriano Galliani, se reunió con Mijatovic. "Me halaga el interés del Milan pero estoy en un gran club y no quiero irme cedido como el año pasado", dijo el jugador en Hannover, antes de volar a Moscú. El brasileño confesó que se había reunido con Schuster. "La situación está más clara ahora. Cada uno ha puesto en la mesa su punto de vista. Yo sé que quiero quedarme y él me ha dicho lo que quiere para este equipo. Creo que cuenta conmigo", matizó. El cuerpo técnico esperará para tomar la decisión.