"Me siento frustrado e impotente"
Dani Pedrosa debía protagonizar en el actual Campeonato del Mundo de motociclismo un mano a mano cerrado con el italiano Valentino Rossi por el título en la categoría de MotoGP. Pero el piloto español (Sabadell, Barcelona; 20 de septiembre de 1985), campeón de los 125cc en 2003 y de los 250cc en 2004 y 2005, no contaba con dos detalles que se han demostrado importantísimos en el arranque de la temporada. El primero, que Honda, la marca más poderosa del circo, le iba a ofrecer una moto blanda tanto de motor como de chasis. El segundo, que su viejo amigo el australiano Casey Stoner irrumpiría como un trueno subido a un misil rojo y lo pondría todo patas arriba con su Ducati.
Tras las siete primeras carreras, Pedrosa sólo marcha el tercero en la clasificación general, a 42 puntos de Stoner y a 28 de Rossi (Yamaha). Pero no es eso lo que más inquieta al catalán, sino lo complicado que le está resultando volver a ganar un gran premio. La última vez fue precisamente en el mismo escenario que pisará hoy, el circuito británico de Donington Park. Pero de aquello hace ya un año. Nada y más y nada menos que 15 carreras.
"En Montmeló estaba físicamente con los primeros, pero como si no. Rodaba intentando no quedar descolgado"
"Lo que se ha visto hasta ahora no es mi nivel real. La moto me enseña muy pronto su límite. No ha estado a la altura"
"Hay veces que puedes saltar dos escalones de golpe, pero, tal como pintan las cosas, no es lo más inteligente"
"A nosotros nos falta estabilidad y tracción al final de la carrera. A Rossi, velocidad. Stoner y Ducati lo tienen todo"
Pregunta. ¿Por qué ha tardado siete carreras en estar en condiciones de luchar por la victoria?
Respuesta. En este inicio de la temporada, la moto no ha ido bien. La verdad es que hemos tardado demasiado tiempo en solucionar los problemas que teníamos.
P. ¿Qué le pasaba a su máquina?
R. Al llegar al tramo final de la carrera, la moto se volvía inestable. Cuando los neumáticos se gastaban, era muy difícil colocarla en el sitio correcto de la trazada y eso suponía que perdiera mucho agarre. Una curva tras otra, perdía tiempo. Me era imposible mantener el mismo ritmo de giro a lo largo de toda la prueba.
P. ¿Y en qué punto se encuentra ahora?
R. En un punto intermedio. Digamos que no está como para tirar cohetes.
P. En el Gran Premio de Catalunya, en Montmeló, se le vio frenar siempre mucho antes que a Rossi y Stoner a pesar de rodar siempre pegado a ellos. ¿Le falta confianza?
R. No es una cuestión de confianza. Al contrario, la moto me enseña demasiado pronto dónde está su límite. Lo encuentro rápidamente. Allí no había duda. Lo que hice fue no sobrepasar el límite porque corría el riesgo de echar a perder el podio.
P. Entonces, ¿el límite de la moto está por debajo de lo que cabría esperar?
R. El problema no es el límite, sino la constancia y la regularidad que demuestra durante toda la carrera. Y eso resulta un problema importante.
P. En el circuito barcelonés siempre fue con los primeros. ¿Por qué no entró a saco?
R. Físicamente, estaba allí. Pero era como si no. Rodaba intentando no quedarme descolgado. Antes de llegar allí, en la última parte de las carreras, podía llegar a perder hasta un segundo por vuelta. En Montmeló conseguí no perder tiempo. El próximo paso será jugármela a adelantar.
P. ¿No es demasiado conservador al situar el margen de seguridad?
R. Hay veces que puedes saltar dos escalones de golpe. Pero, tal y como pintan las cosas, no me parece que sea lo más inteligente.
P. Con la moto tal y como está, ¿es optimista con vistas a las próximas citas?
R. No sólo pienso en la moto. También pienso en mí. Yo voy siempre a tope, pero la sintonía entre los dos es ahora un poco mejor que antes.
P. ¿Cómo puede mejorar usted?
R. Sólo esforzándome. Insistiendo y no aceptando estar detrás.
P. ¿Le carga psicológicamente el no haber ganado una carrera en un año?
R. No pienso mucho en ello. No tuvimos un buen final de temporada. Me caí en Malaisia y me hice daño en una rodilla. Y luego tuve otras caídas. Al comenzar este año, la moto no ha estado a la altura y ha sido difícil luchar contra otras motos y otros pilotos que sí lo han estado.
P. ¿Le alivia un poco ver que, al otro lado del box, el campeón del mundo, su compañero de equipo el estadounidense Nicky Hayden, aún lo pasa peor?
R. No, pero confirma que la moto no está rindiendo lo que se esperaba de ella. Pero no alivia nada porque el dolor que siento es fruto del no ganar.
P. ¿Cómo se siente al depender de una máquina que no funciona todo lo bien que cabría esperar?
R. Me siento frustrado e impotente porque lo que se ha visto hasta ahora no es mi nivel real.
P. En Mugello se le vio sufrir, sobre todo al final de la carrera, para meter la moto en las curvas. ¿Le exige más esta moto de 800cc que la de 1000cc del año pasado?
R. Físicamente, es lo mismo. Ocurre que, al volverse más inestable a medida que las vueltas pasan, los meneos son cada vez más constantes y te descolocan mucho más al entrar en las curvas. Si entras mal en una curva, la haces mal y sales mal. Y, al final, ése es el tiempo que nos vamos dejando por el camino.
P. ¿Cómo reaccionan los ingenieros de Honda cuando les dice que la moto no funciona?
R. Prefiero no responder a eso.
P. ¿Le ha sorprendido el salto de calidad de Stoner, el líder?
R. Él, no. Lo que me ha sorprendido es el potencial que está demostrando el conjunto moto-equipo-neumáticos. A él lo conozco desde hace mucho tiempo y Alberto
[Puig, su mánager] también. Ya sabíamos que tenía mucho talento. Pero no esperábamos que Ducati y Bridgestone estuvieran tan fuertes.
P. ¿Y a Rossi le había visto antes sufrir tanto como ahora para ganar?
R. Él también tiene problemas. Ahora mismo, Ducati lo tiene todo. A nosotros nos falta estabilidad y tracción al final de la carrera y a Rossi le falta velocidad y algo más que desconozco. Sin embargo, Ducati ahora lo tiene todo a su gusto.
P. El año pasado fue siempre muy prudente a la hora de declarar cuáles eran sus objetivos. ¿Trabaja pensando en conseguir el título?
R. Los objetivos siempre me los he marcado carrera a carrera, pero, evidentemente, tuvimos que cambiar un poco la estrategia cuando vimos que la moto no iba bien y nos costaba tanto el tramo final de las carreras. Ahora parece que estamos mejorando. El objetivo es dar ese paso que nos queda para poder ganar carreras.
P. El año pasado decía que Honda ya sabía hacer buenas motos sin demasiada ayuda. Parece que este año sí necesitan ayuda.
R. Puede que estuviera más equivocado de lo que yo creía. Este año estoy trabajando como nunca para mejorar la moto, pero el proceso es largo y lento.
P. Por los problemas que tiene, ¿se encuentra en una situación nueva para usted?
R. Por primera vez, me he visto metido en el desarrollo de una moto. Es difícil y hay que acertar.
P. El año que viene llegará Jorge Lorenzo. Con la experiencia que vivió el año pasado, ¿qué consejo le daría a un piloto que va a subir a MotoGP tal y cómo está de alborotada la categoría?
R. La gente ya sabe lo que tiene que hacer. Yo no tengo que decirle nada a nadie.
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