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La Bolsa china obliga a las empresas a alertar del riesgo a los inversores

La norma afecta a compañías que no consigan beneficios en dos años

"La situación del mercado chino es claramente insostenible". El ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, alertaba así la semana pasada de los riesgos derivados de la exuberancia de la Bolsa china. El mercado de Shanghai acumula una revalorización del 60% en lo que va de año, tras anotarse una subida del 130% en 2006. En un intento por estabilizar esa evolución, la Bolsa de Shanghai anunció ayer la puesta en marcha de una nueva norma que obliga a las empresas más inestables a presentar informes periódicos sobre riesgos para los pequeños inversores, según la agencia oficial Xinhua.

La nueva normativa pondrá bajo la lupa de los inversores a las empresas que ni han conseguido beneficios después de cotizar durante dos años y a las firmas acusadas de presentar informes de contabilidad falseados. Según las nuevas reglas, las compañías de estas características deberán revelar toda la información relativa a transferencias de acciones, ofertas no públicas, reestructuración de deuda, reorganización del negocio y flujo de capitales. El objetivo es poner coto a la especulación y limitar al máximo la vulnerabilidad de los pequeños inversores, según un responsable de la Bolsa de Shanghai, informa Efe.

Burbuja

Tanto Merrill Lynch como Goldman Sachs han elaborado estudios en las últimas semanas que alertan de la posibilidad de que se esté formando una burbuja en los principales mercados de valores del gigante asiático, Shanghai y Shenzen. Esta última Bolsa se ha anotado una subida del 129,5% desde el 1 de enero de 2007. Tras un primer descalabro a finales de febrero -que provocó un efecto dominó sobre Wall Street y las principales bolsas europeas-, ambos mercados se han recuperado, pero no han conseguido acallar las voces de alarma. Greenspan ya apuntó la posibilidad de que se produzca una corrección "dramática" como la que vivió la Bolsa rusa en la década de los 90. Y el propio primer ministro chino, Wen Jiabao, ha advertido de los problemas financieros que podrían derivarse de la revalorización bursátil.

La medida de la Bolsa de Shanghai persigue poner más información sobre los riesgos potenciales en manos del pequeño inversor, que a menudo desconoce el funcionamiento del mercado y provoca fluctuaciones irracionales en la Bolsa, según fuentes del mercado bursátil de Shanghai. Sólo en abril se han abierto en China cinco millones de cuentas de inversión en Bolsa, frente a una cifra total en 2006 que fue de 3,1 millones.

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