Camps y Pla, ante los empresarios

Los candidatos del PP y del PSPV a la presidencia de la Generalitat se sometieron ayer al examen de los empresarios. En foros separados. Francisco Camps desayunó con una amplia representación del pleno de la Asociación Valenciana de Empresarios. El presidente se mostró suelto ante el poderoso grupo de presión empresarial y planteó varias iniciativas que afectan de lleno al Gobierno central. Ignasi Pla almorzó con la cúpula de la Confederación Empresarial Valenciana. El candidato socialista también se mostró suelto, bajó al terreno y alertó sobre los riesgos de fiar el crecimiento al ladrillo.

Los foros no eran equivalentes. Camps dispuso de una tribuna para lanzar su mensaje ante una larga cincuentena de poderosos empresarios en un hotel de Valencia. Pla almorzó con una docena de representantes sectoriales en una de las salas de la sede de la patronal provincial. Camps se mostró convencido de sus posibilidades de lograr la tercera mayoría absoluta del PP en territorio valenciano. Pla aseguró que todo apunta a un cambio político al frente de la Generalitat.

"Es campaña", recordó un empresario que desayunó con uno y comió con otro. El mismo empresario apuntó que Camps fue muy genérico en su intervención, "lanzó un auténtico mitin". Lo limitado del aforo en la sede de la patronal obligó a Pla, "respondió uno a uno y por fuerza fue mucho más concreto".

Francisco Pons, presidente de AVE, no tuvo ningún empacho en celebrar las buenas relaciones entre los socios del club empresarial y los consejeros de Infraestructuras, Territorio, Empresa y Economía. "Se puede trabajar bien", sentenció Pons. Y Camps se aferró a ese punto de vista. El presidente destacó el crecimiento de la Comunidad Valenciana en los últimos años, se presentó como garante de "la estabilidad política" y sacó a colación los problemas que han atravesado otras comunidades autónomas "gobernadas por tripartitos".

Los miembros de AVE plantearon a Camps cuestiones relativas a infraestructuras, al agua, a la energía, a la necesidad de impulsar un desarrollo empresarial que ponga el acento en la modernización y la innovación, y al fomento de una cooperación más estrecha entre los institutos tecnológicos sectoriales y las universidades valencianas.

Camps puso el acento en la seguridad ciudadana; el modelo de financiación autonómica vigente en la actualidad para actualizar el número de ciudadanos que reciben servicios de la Generalitat; y la supresión del impuesto de patrimonio. Tres asuntos que exceden sus competencias. También rescató los planes sectoriales de innovación acordados con las respectivas patronales.

El candidato socialista no negó que la Comunidad Valenciana "está en marcha", pero aseguró que los años de bonanza económica debían haberse exprimido mucho mejor. "Fiarlo todo al ladrillo es pan para hoy y hambre para mañana", sentenció. Pla recordó que la Comunidad Valenciana ocupa "la mitad de tabla" en relación a toda una serie de indicadores económicos y atribuyó esa situación a la escasa disposición del Consell a desarrollar el auténtico "potencial" de la economía regional.

Pla respondió con soltura. El tono del encuentro invitaba a un tono oficialista. El aspirante salvó una dura prueba cuando aseguró que, "a través del diálogo", será factible lograr el trasvase de unos 150 hectómetros cúbicos de aguas del Ebro hasta el Norte de Castellón mientras que Alicante y Valencia garantizaran su abastecimiento con desalinizadoras.

José Vicente González, presidente de la CEV, destacó la normalidad de la cita con el candidato socialista a cinco días de las elecciones. Camps cumplirá su cita con la patronal en una comida organizada por Cierval en Alicante y prevista mañana.