Touriño denuncia que el PP quiere abrir en Vigo una "trinchera" contra el cambio
El presidente refuerza su campaña para movilizar el sufragio a favor de Abel Caballero
Vigo, aseguró ayer Emilio Pérez Touriño, es "una ciudad de izquierdas que encarna el espíritu abierto de una sociedad plural, creativa e innovadora". "El 27 de mayo", subrayó, "hay que decidir entre un Vigo progresista e innovador y un Vigo de la derecha heredera del fraguismo de toda la vida". Ante un auditorio formado por personalidades vinculadas al mundo de la cultura, reunidas en un hotel vigués, el presidente no se anduvo con rodeos: "El cambio en Galicia nació aquí. Sería paradójico y negativo que Vigo diese ahora un paso atrás, pierda el norte y navegue en contra de Galicia y de España".
Las imágenes del asalto a la sede de la Xunta y de los contenedores quemados por los trabajadores del naval han hecho que cunda la preocupación en las filas socialistas. En el PSdeG son conscientes de que para batir a la derecha necesitan movilizar al menos tantos votos como los que cosecharon en las autonómicas de 2005 y la impunidad con la que la protesta se ha apoderado de la ciudad no va a ayudar a conseguir ese objetivo. Aquel 37,6%, apenas 450 votos menos que el PP, aseguraría a Abel Caballero la alcaldía y privaría al partido de Núñez Feijóo de la mejor baza que le queda para salir con buen pie de las elecciones. Por eso el Gobierno ha dado prioridad a la solución del conflicto. El propio presidente ha reforzado el mensaje del cambio, para sacar de su resignación a los votantes que le apoyaron hace dos años y que ahora puedan estar dudando de la viabilidad de una alcaldía socialista en Vigo.
Ese fue, precisamente, el mensaje que Touriño acudió a transmitir ayer en apoyo de Caballero. Vigo, señaló, "se merece un gobierno en sintonía con Galicia y con España". "No puede desaprovechar esa oportunidad, como ya hizo en las autonómicas", avisó. El PP, denunció, sólo quiere la ciudad para convertirla en "una trinchera de combate contra el Gobierno de España y el de Galicia, una lucha estéril que no va a ningún lado". El PP de Vigo, insistió, "está anclado en el fraguismo", y por eso nunca quiso reformar el plan de ordenación "porque en vez de un urbanismo cívico está a favor de los intereses privados" de unos pocos. La obra de la derecha, enfatizó, es "el deterioro urbanístico y medioambiental de la ría, los problemas sanitarios y la falta de suelo industrial".
Frente a esa herencia, Vigo tiene que "engancharse al tren del cambio". Y podrá hacerlo, enumeró, gracias a la inversión en el nuevo hospital, que equiparó a la de la Cidade da Cultura de Santiago, a los 200 millones dedicados al saneamiento de la ría, al proyecto de la Ciudad del Mar, a la nueva autovía sin peaje hasta Vilagarcía o al AVE, que llegará de Madrid en 2012, reiteró, y de Oporto en 2013. "Llegó el momento: hay recursos y capacidad, sólo hace falta sumar esfuerzos". Esta ciudad "no se merece quedar anclada en el inmovilismo", pero "Galicia necesita de Vigo para reequilibrar el país, no sabéis cuánto", confesó.
Entre el centenar de personas congregadas en el hotel Coia para apoyar las propuestas de Caballero en materia de cultura se encontraban algunos pintores (Xaime Quesada y Xavier Magallanes), el editor Bieito Ledo, el crítico Francisco de Pablos o el director de orquesta Joam Trilho. Ante ellos, Caballero prometió convertir Vigo en una gran capital cultural con la participación de todos los sectores y "sin dirigismos".
La segunda cita fue por la tarde en A Coruña, junto a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y en apoyo del alcalde, Javier Losada. El sucesor de Francisco Vázquez afronta el reto de renovar la mayoría absoluta que su antecesor estuvo a punto de perder hace cuatro años. Dentro del Palacio de Congresos, más de un millar de personas aplaudiendo las intervenciones del alcalde, el presidente y la vicepresidenta. Fuera, cientos de funcionarios protestando incansables con bocinas y silbatos.
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