CUADERNO DE CAMPAÑA
- 133 candidaturas para la bronca. El Tribunal Supremo ha anulado 133 de las 266 candidaturas presentadas por Acción Nacionalista Vasca (ANV), un partido fundado en 1930, inscrito en 1977 con unos estatutos donde repudia la violencia, adscrito a Batasuna hasta 2000, ausente de unas elecciones en los últimos 30 años y promotor de homenajes a etarras fallecidos. De su apuesta electoral han quedado vivas otras 133 listas. En el auto, el Supremo no reprocha nada abiertamente al Gobierno, pero recuerda que, para evitar que Batasuna burle su ilegalización utilizando las listas de otro partido, "el cauce que el ordenamiento jurídico ofrece" no es el de la anulación de candidaturas, sino "la solicitud de ilegalización del nuevo partido", algo que el Ejecutivo no hizo. La bronca está garantizada. El PP arremeterá contra el Gobierno y repetirá que Zapatero ha dejado que ETA se cuele en las instituciones. ANV arremeterá por el veto a la mitad de sus listas. Y el Gobierno intentará que escampe, a ser posible sin nuevos atentados de ETA.
- Más reparto. Las elecciones municipales y autonómicas dejan más espacios de poder para las formaciones minoritarias que las generales. En 2004, PP y PSOE se repartieron en la disputa por el Gobierno de la nación el 80% de los escaños. Un año antes, los comicios locales y regionales distribuyeron el 70% de los cargos en juego entre PP y PSOE y dejaron un 30% de concejales y diputados autonómicos en manos de los partidos más pequeños.
- Error de impresión. Apellidarse como una estación de metro en Madrid y ser el adversario político de quien gobierna puede tener efectos indeseados. Lo ha comprobado el socialista Rafael Simancas, que compite contra Esperanza Aguirre por el Gobierno de la Comunidad: en los nuevos planos del metro alguien ha borrado una de las 29 estaciones de la línea 7: justo la denominada Simancas. "Ha sido un error de impresión", afirman los responsables de Metro.
