Fallo de seguridad en el área más concurrida
Un coche se saltó dos controles policiales de acceso al puerto de Valencia, concretamente a la zona más concurrida, la que desemboca en el edificio Veles e Vents, y acabó en el mar. El vehículo era robado. El conductor tenía antecedentes numerosos por delitos comunes. El copiloto y él dieron positivo por la ingestión de cocaína, entre otras sustancias. El consumo fue tan elevado que no tenían claro, según fuentes policiales, ni dónde estaban. No hubo heridos.
Dos días después de ese incidente, ni la policía local ni la nacional habían trasladado informe alguno a la Delegación de Gobierno, que ayer admitió la existencia de un posible fallo en el sistema de seguridad.
A pesar de la dificultad que entraña frenar a un vehículo que circula a gran velocidad, lo cierto es que está por determinar si las comunicaciones entre la unidad de la policía local que le dio el alto en la calle de Eugenia Viñas, a pocos metros de uno de los puntos de ocio más transitados de la zona de regatas, muy próximo a la entrada al recinto, y el puesto de la policía nacional, a poco más de un centenar de metros, fueron correctas.
Sea como fuere, el vehículo circuló por dentro del puerto y llegó hasta el emblemático mirador, Veles e Vents, sin obstáculo alguno. Ayer se confirmó que no existe ningún otro dispositivo para actuar en esa distancia y, por supuesto, que cuando ocurrieron los hechos la policía no sabía que era conducido por un delincuente común y no con otras intenciones.
Más aún, en la zona de regatas está ubicado el Centro de Coordinación (Cecor), con la policía local, la nacional, la Guardia Civil, Protección Civil y Autoridad Portuaria. Tiene horario. Deja de funcionar a las 22.00. La explicación es que ya no hay regatas aunque la zona esté muy transitada.
El pasado sábado, en otra zona del puerto, se celebró un concierto multitudinario cuyo público se trasladó luego, en importante número, a la zona de ocio donde se precipitó el coche.
