Paulina y Colate, boda blindada con exclusiva
Los novios pidieron que se cerrara el espacio aéreo de la zona para evitar a los 'paparazzi'
Han comenzado ya las fiestas alrededor del enlace de la cantante mexicana Paulina Rubio y el empresario español Nicolás Vallejo-Nájera. Un tranquilo almuerzo en Playa del Carmen, frente a uno de los hoteles de lujo que jalonan la costa, el Hotel Mayakoba, fue el punto de arranque de las celebraciones de la boda de la famosa pareja. Todo el evento está rodeado de un velo de misterio.
No hubo miradas indiscretas en la playa del exclusivo hotel, donde fueron citados los invitados para una primera recepción, ya que un servicio especial de seguridad privada se hizo cargo de mantener a raya a cualquier curioso. Todo este misterio de debe a que los novios han vendido la exclusiva del acto a una revista.
Para blindar las imágenes, Paulina ha pedido a las autoridades mexicanas que cierren durante varias horas el espacio aéreo en la zona en la que se celebrará la ceremonia religiosa -la capilla de San Francisco de Asís- y el de donde habrá otra nueva fiesta. Ambos acontecimientos estaban previstos para la pasada madrugada (hora española). Como si fuera una zona de alta seguridad militar, al hotel donde se organizó la primera recepción sólo entraron quienes estaban en la lista proporcionada por los novios. Paulina y Colate se mantuvieron lejos de las cámaras y los reporteros.
La cita para comer, muy a la mexicana, fue a las tres de la tarde. Algunos de los más cercanos como Pedro Torres, Ana Torroja, Christian Bach y Humberto Zurita estaban ya en la zona caribeña de la Rivera Maya desde hacía horas, lo mismo que Liliana Sada, íntima amiga de Paulina. Y se esperaba a otros artistas como Alejandro Sanz, Shakira y Nacho Cano, pero no se ha confirmado su asistencia. Poco se sabe de quienes componían la lista, de unos 200 nombres, convocados para la fiesta en la playa. Los invitados a la boda podrían llegar a los 600. Las artistas Silvia Pasquel y Michele Salas, la periodista de espectáculos Maxinne Woodside sí lo estaban. Entre los invitados también fueron vistos la actriz Silvia Pinal y los cantantes Coti y Julieta Venegas.
Desde España llegó un avión cargado de invitados. Entre ellos Eugenia Martínez de Irujo, que fue novia de Colate, y el empresario Javier Hidalgo. También se vio a María Chavarri y a su marido Javier Soto, así como a la modelo Laura Ponte y a su esposo, Beltrán Gómez Acebo. La también modelo Ariadne Artiles llegó sola, a la espera de que se reúna con ella su marido, el piloto de motos Sito Pons.
Para mantener la exclusiva, Paulina Rubio y Nicolás Vallejo-Nájera pidieron a sus invitados que no llevaran teléfonos móviles o cámaras fotográficas, pues quieren que el acto sea en familia. Todo en un intento de que nadie se colara a la boda, sobre la que el padre de la novia, el empresario Enrique Rubio, dijo: "Yo no sé si será la boda del año. Lo que sí sé es que, para nosotros, es la boda del siglo. Espero que sea para toda la vida".
La capilla de San Francisco de Asís se llenó de decenas de rosas, orquídeas y lisiantus, un arreglo floral que, según la encargada de organizar el evento, Becky Alazraki, escogió la novia. "Ella pidió flores blancas y lirios. Habrá muchísimos... Habrá también velas flotando en el agua en el río subterráneo", comentó. "La boda tiene que encajar con el parque natural como si fuera parte de él. Hay que respetar la belleza, la parte exótica, fresca", añadió Becky Alazraki. Ésta ha organizado bodas tan destacadas como la del magnate de la cadena Televisa Emilio Azcárraga Jean, y la de la hija del ex presidente mexicano Vicente Fox.
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