El Mallorca ata la permanencia ante el Nàstic

Aunque es poco dado a echar las campanas al vuelo, Gregorio Manzano se atrevió en los días previos a poner una cifra a la salvación del Mallorca. El entrenador jienense auguró que, de vencer al Nàstic, los baleares podían dar por amarradas un 90% de sus posibilidades de mantener la categoría. El mensaje lo captaron sus jugadores que, en un encuentro serio y sin excesivas complicaciones, le cobraron los tres puntos a un Nàstic víctima de las urgencias y a quien los números no le salen con tanta facilidad. El Mallorca se apuntó, de paso, un nuevo récord en la historia del club en Primera, al sumar, por primera vez, seis triunfos consecutivos en casa.

Los tarraconenses arrancaron con ímpetu e incluso dispusieron de la posesión del balón durante varias fases del partido. Pero su peloteo, desahogado por momentos en el medio campo, se trababa calamitosamente al acercarse a la línea de tres cuartos. El Mallorca lo miró desde la barrera hasta que, a la contra, vio su ocasión: un carrerón de Jonás, seguido de un taconazo de Arango, habilitó a Víctor para sortear a su marcador y batir por raso a Bizarri.

Obligado a exponerse, el Nàstic se mostró incapaz de desbordar a la defensa que, siete días antes en el Camp Nou, había aguantado con firmeza 89 minutos de asedio constante. El Mallorca se aposentó tranquilamente y dejó pasar el tiempo, a la espera de, si se terciaba, poder dar un nuevo zarpazo. El partido decayó hasta el tramo final, cuando los de Paco Flores trataron de echarse hacia adelante y permitieron más espacios en la retaguardia. No los supo aprovechar el Mallorca para imponerse, ni siquiera con la participación del joven mediapunta argentino Óscar Trejo. El ex de Boca Juniors no dejó tan buenas sensaciones como en el día de su debut -con gol incluido- ante el Getafe.

Sin culminar ninguno de los numerosos contragolpes de que dispusieron, los isleños se acabaron conformando con un resultado tan válido como corto, lo que proporcionó al público unos últimos minutos de desazón. El cuadro catalán no perdió las esperanzas hasta el pitido final, pero lo cierto es que, en toda la tarde, el Nàstic no halló la manera de abrir vías hacia la meta de Moyà.