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Reportaje:Fútbol 31ª jornada de Liga

De la playa al campo

Ronaldinho completa su programa de recuperación y disputará hoy el Villarreal-Barça

Àngels Piñol

Barcelona

"¡Sigue igual!". "¡No cambies!" "¡Eres el mejor!". Y Ronaldinho daba las gracias mil y una veces mientras pacientemente firmaba autógrafos en pósters y camisetas a una treintena de aficionados apiñados en el Miniestadi. El partidillo del entrenamiento del viernes se había acabado y el gaucho, con su inseparable pañuelo negro en la cabeza, permanecía solo en el césped con los preparadores físicos, Paco Seirul.lo y Albert Roca, haciendo estiramientos mientras saludaba con la mano a los hinchas. No se ve muchas veces esa escena porque Ronaldinho se ha pasado medio año en el gimnasio. Pero ya reestablecido de la amigdalitis que le obligó a tomar antibióticos, el brasileño ha completado su plan de recuperación y, de muy buen humor, se prestó a firmar lo que fuera. "Está enchufadísimo y dispuesto a todo en este tramo final de Liga", dijo de él uno de los veteranos del vestuario.

"Tiene ganas. No sé cuánto podrá jugar, pero anímicamente está muy bien", dice Rijkaard
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"Yo estoy bien ¿Y tú?", responde el brasileño a quién se interesa por su salud. Desde el viernes, no quedaban dudas de que ya estaba listo para El Madrigal. Eclipsado por el sublime gol de Messi, Ronaldinho ha acabado por gozar de cierta paz para ponerse a punto. Hace una semana, Rijkaard le defendió de forma apasionada y le invitó a reponerse para jugar en Villarreal. "Debe descansar. El cuerpo humano tiene un límite", dijo el entrenador en alusión a la cantidad de partidos disputados por el brasileño, santo y seña de club y obligado a no perderse ni un amistoso como el que los azulgrana, sin muchos titulares, jugarán el martes en Egipto para hacer caja y aprovechando que han quedado apeado de la Champions. El plan le ha salido perfecto al técnico: Ronaldinho está curado y el equipo superó la presión de jugar sin su guía en dos partidos: uno, ante el Mallorca, ganado con un gol de rebote en propia puerta, y el otro ante el Getafe, que ha entrado en la historia del fútbol mundial por obra de Messi.

Esos días, Ronaldinho los pasó entrenándose por la mañana en el gimnasio y el Camp Nou y, por la tarde, corriendo en la playa de Gavà, la ciudad costera donde vive, a un tiro de piedra de Barcelona. Fueron cuatro días de recuperación, otros cuatro para recobrar fuerzas y un tramo final ya con el equipo. Ha perdido cuatro kilos. "Para jugar una hora, está perfecto", convino Seirul.lo. "Le veo bien tanto anímica como físicamente. Su trabajo de estos días ha sido bueno aunque la mejor forma de ver el estado de Ronnie es en los partidos" afirmó Eusebio, ayudante de Rijkaard, que duda de que un gol como el de Messi sea un estímulo para gaucho: "Es que él siempre quiere estar; le gusta el fútbol y disfrutar de cualquier encuentro".

Harto de que se le escrute con lupa en Barcelona por si tiene más barriga y porque golea solo a balón parado, de que se le desprecie en Brasil -Dunga, el seleccionador, le despojó del dorsal 10- y de estar siempre en el punto de mira del Milan -la prensa italiana especula con qué el gol de Messi ayudará a Berlusconi a ficharlo- Ronaldinho ha intentado aislarse del ruido para volver a dar lo mejor de sí mismo. "Mentalmente es muy positivo y eso le ha permitido afrontar con fuerza la situación", responde un miembro del vestuario.

Arropado por su círculo íntimo, entre ellos su primo, su preparador particular y muchos de sus amigos, Ronaldinho está listo para volver. "Tiene muchas ganas de participar. No sé cuánto podrá jugar. Depende. Pero anímicamente está muy bien: eso pasa cuando el físico mejora. Todo está conectado", anunció Rijkaard, que hoy alineará seguramente a los pequeños -Xavi, Deco y Messi- por lesión de los medio centros Edmilson y Motta y descarte de Márquez por prevención por una sobrecarga. "Es curioso tener tantas bajas en ese puesto", convino el entrenador. No hay dudas en la delantera. Rijkaard alineará a, Ronaldinho, Messi y Eto'o. Juntos, solo han perdido un partido, la final de la Supercopa de Europa. "¡Papi, hay gente que no me quiere pero me va a tener que aguantar mucho tiempo¡", le ha dicho el brasileño a un miembro del vestuario. Ronaldinho ha vuelto y, según sus compañeros, con "ganas de tapar muchas bocas".

Ronaldinho, durante un entrenamiento
Ronaldinho, durante un entrenamientoAS

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