Zaplana se queja por la exclusión de sus fieles: "Confío en que no se hayan equivocado"
El portavoz del PP y sus seguidores lanzan un aviso por si los resultados son negativos
Eduardo Zaplana y los dirigentes alicantinos que mantienen su inquebrantable fidelidad al portavoz parlamentario del PP mostraron ayer su disgusto por la exclusión de las listas para las autonómicas y municipales de mayo: "Confío en que [el presidente Francisco Camps y su equipo, que ha tomado la decisión] no se hayan equivocado", señaló Zaplana en un claro aviso a navegantes si los resultados en la Comunidad Valenciana no son buenos. "No se me ha tratado bien", se quejó Julio de España, presidente de las Cortes Valencianas.
Sonriente como siempre, aunque sin disimular ni un minuto su evidente malestar, Zaplana quiso dejar claro que éste no tiene por qué ser el final de la interminable crisis valenciana: "Les mentiría si no dijera que lamento que tanta gente con tantos méritos no esté en puestos importantes", admitió. Luego vino el reconocimiento de la derrota en esta batalla y el anuncio velado de que la guerra puede seguir: "Pero, nuevos tiempos, la decisión corresponde a los que les corresponde. Confío en que hayan acertado y en que no se hayan equivocado". Esto último sólo se podrá saber en las elecciones. Los enemigos de Zaplana en el PP, algunos muy relevantes, se mostraban en privado convencidos, sin embargo, de que éste es el principio del fin para el veterano dirigente.
Mariano Rajoy, como es habitual al tratar asuntos internos, trató de fingir que no hay ningún problema. "La inmensa mayoría de la gente está muy contenta, si hay alguna gente que no está contenta, trabajaré para que estén contentos", se limitó a decir.
En Valencia, el todavía presidente de las Cortes, Julio de España, uno de los principales referentes del zaplanismo, que en 2003 encabezó la candidatura autonómica de Alicante, siguió la línea de su líder: "Tampoco me gusta mentir, y si dijera que estoy contento, lo diría con ironía".
De España explicó que "sentirse desplazado es triste", y añadió: "No se me ha tratado bien". "Si lo que me ha ocurrido es por mi amistad con Eduardo Zaplana, estoy orgulloso". De España recurrió a anécdotas de Winston Churchill y la conquista romana de la península Ibérica, donde los soldados cántabros y vascos se unían a los romanos cuando éstos les derrotaban, para lanzar a sus rivales el mensaje de que tenían que haber incluido a los zaplanistas entre sus guerreros para poder ganar las elecciones.
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