"Kanouté es tres delanteros en uno"

Los capítulos de la vida de Frédérik Kanouté (1977) están cosidos con contradicciones. Nacido en Francia y de origen maliense, jugó con las selecciones inferiores de los bleus. Establecido como futbolista de relumbrón en Inglaterra y ferviente musulmán, decidió defender la camiseta de Malí y se peleó con su club hasta conseguirlo. Fue recibido como un salvador. Y acabó siendo despedido al grito de "¡dadnos a Kanouté y Bayoko, vamos a matarlos!". Malí había perdido un partido. Ahora, transformado en el estilete del Sevilla, el líder de la Liga, que hoy juega contra el Nástic, Kanouté vuelve a enfrentarse a una contradicción. En su carrera, ocho temporadas repartidas entre el Lyon, el Aston Villa y el Tottenham, ha marcado 52 goles en la Liga: poco más de seis de media. En temporada y media larga en el Sevilla, casi la mitad: 24. Lo mismo le pasa en Europa: 4 goles frente a 7. Esta campaña, encabeza la clasificación del trofeo Pichichi con 18. Es el misterio Kanouté. Y éstas son sus claves:

- Altura, calidad y movilidad, rasgos de tres delanteros en uno. El doctor Pablo Alfaro enseñó a Kanouté día a día, entrenamiento a entrenamiento, todo lo que un delantero centro necesita saber de un central de la Liga española. "Fueron seis meses entrenándonos todos los días", recuerda. ¿Qué destacaría Alfaro de Kanouté? "Que tiene mucha estatura y es muy atlético, pero que no es el típico delantero estático, de los que no se mueven y están sólo para bajarla de cabeza", analiza el central, ex capitán del Sevilla y ahora en el Racing. "Él se mueve mucho en un equipo que genera muchas ocasiones y remates. Es ligero y liviano. En realidad, es dos o tres delanteros en uno. Tiene mucha calidad. Con el equipo apurado, te baja tres melones del cielo, como decimos en el fútbol. Y abre a banda. Con los pies tiene calidad: es rápido al contragolpe. También se fabrica sus jugadas", cierra.

- El sistema del Sevilla. Antonio Álvarez, segundo entrenador del Sevilla, bracea al hablar del juego de Kanouté como si aún fuera el líbero de la defensa de los de Nervión y le tocara pararle. "Es un jugador al que le viene como un guante el sistema de juego de ataque del equipo", cuenta el hombre de confianza de Juande Ramos, el técnico sevillista. "Con la estatura que tiene, a los defensas les resulta especialmente difícil cubrirle en los balones desde las bandas o en diagonal", prosigue, señalando cómo el pichichi se beneficia del juego vertiginoso de las alas del Sevilla. "Sabíamos que el fútbol español y, en concreto, el fútbol del Sevilla le iban a favorecer", coincide Ramón Rodríguez, Monchi, el director deportivo del equipo. "Él es un matador en el área y le favorece nuestro juego, que es de mucha llegada por banda y mucha finalización", argumenta. "No se puede jugar a pitoniso, pero, si jugara en un equipo con un fútbol más directo, no tendría capacidad para finalizar", asegura.

- Un rematador que participa en la distribución. Aunque Kanouté lleva 18 goles en la Liga esta temporada, 22 si se le añaden los logrados en la Copa del Rey y en la de la UEFA, nadie cree que lo haya conseguido únicamente por ser un buen rematador. "No es sólo un rematador ni sólo un cabeceador que aguante el balón, aunque sea tan alto. A veces participa de la distribución del balón y puede llegar a jugar de segundo punta", dice Monchi. De esas bajadas al centro del campo nacen nuevas oportunidades de gol. Y los remates: "Es uno de los jugadores con mayor sangre fría a la hora de afrontar el remate a puerta que he visto", resalta el cuerpo técnico del Sevilla; "en un momento se hace con la situación y elige la mejor opción para anotar el gol".

- De las dificultades de la 'Premier' a las alegrías de la Liga.

Kanouté siempre fue apreciado en el Aston Villa y el Tottenham, medianas potencias de la Premier, como un jugador elegante y sutil, pero falto de pegada. Sus alegrías goleadoras de la Liga, insiste Alfaro, nacen de que juega en un equipo con aspiraciones: "A sus características le van mucho mejor el fútbol español que el inglés, que es de presionar a los defensas y luchar con ellos. Aquí, en la defensa, ayuda, pero no destaca por eso", argumenta. "Si Kanouté jugara en la Liga española en un equipo de fútbol directo, le pasaría como en la Premier: la bajaría, pero luego, a ras de suelo, le llegaría una cada tres partidos en vez de tres o cuatro por partido". Álvarez no está convencido: "Tiene la calidad suficiente para el pase y el remate o para hacer una combinación a por cuyo centro definitivo acuda él mismo. No lo hemos descubierto nosostros. Siempre ha marcado sus golitos allá donde ha estado".

- La fe de Juande Ramos en un "todoterreno". Cuentan en Sevilla que, cuando el club estaba a punto de cerrar el fichaje de Adebayor, un tallo fino y de tranco largo, Juande Ramos paró las máquinas. "Yo quiero a Kanouté", vino a decir. El Sevilla juega con dos delanteros. Chevantón, Kerzhakov y Luis Fabiano luchan por un puesto. Kanouté es el único fijo. "Hombre", matiza Monchi, "en el caso de Kanouté coincidimos los dos. Si a mí me gustan tres y de ésos, al entrenador, uno, ¿para qué pelearse?". La explicación a tanta confianza de Juande en el pichichi la da Alfaro: "Tiene muchas cualidades. Por eso juega muchos minutos: es un todoterreno y, además, lo es arriba, en la delantera, donde es muy difícil de encontrar".

- El hombre tranquilo. Alejado del mundo de los goleadores, que viven obsesionados con la autoconfianza, el delantero de Malí ha reconocido su "sorpresa" por sus cifras goleadoras en España. La tranquilidad con la que enfoca su vida diaria, derivada de su religiosidad, también se traslada a los terrenos de juego, según Alfaro. "Es musulmán, callado, nada agresivo y muy tranquilote", resume.