"Quizá había demasiada euforia"
El ofrecimiento a la afición del trofeo como mejor equipo del mundo de 2006 coincidió con la segunda pifia en 2007. La de ayer supone la segunda derrota liguera en lo que va de año. Si tras caer en Zaragoza (2-1), la imagen del conjunto quedó sin mácula, la derrota de ayer sí que hizo daño. Sobre todo, por lo inesperado. Y no esperárselo es una enfermedad que no se pueden permitir los que se postulan al título. "Hoy se perdió la oportunidad de sumar tres puntos, aunque quizá la gente tenía excesiva euforia, pero en Primera no se gana a ningún rival con facilidad", afirmó con rotundidad el técnico sevillista, Juande Ramos.
Sin embargo, Ramos no se quiso poner trágico y añadió: "Queremos estar ahí, en la Liga de Campeones, en la jornada 38. Ahora es anecdótico, por lo que la derrota no tiene más importancia que los tres puntos".
Por su parte, el técnico mallorquinista, Gregorio Manzano, no podía ocultar su satisfacción: "Ganar no es un motivo para sacar pecho, pero sí para liberar la presión acumulada".
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