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Columna
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Calendarios

En invierno también caen las hojas. Y ésta que tengo ahora en las manos, la última en ser arrancada, encierra más sustancia de filosofía que de tipografía. Porque...¿quién no atraviesa una pequeña crisis existencial cuando vuelve a llegar el momento de sustituir el agotado colgajo que nos ha guiado por el tiempo durante los últimos doce meses con mayor o menor fortuna? Personalmente, no derramaré una lágrima por el cadáver del almanaque (mi abuelo siempre lo llamaba así, trasluciendo sin percibirlo su alma ácrata) que más he consultado en 2006. Uno del IVAM, de estética aceptable pero conteniendo un error tan garrafal que me llevó a adquirir dos compromisos ineludibles a 200 kilómetros de distancia para el mismo día y a la misma hora.

Más notas nostálgicas, que es Navidad, para recordar con afecto aquellos calendarios de taco, con chistes y dichos en el anverso, todo un tesoro. Y el de lindos gatitos, obsequio de la clínica veterinaria, que año tras año preside la cocina familiar. Anticuados, porque ahora lo normal es que una se organice la vida con artefactos, o ante desnudos variopintos por diversas buenas causas. Éste era un género reservado a las playmate y sucedáneos: cuanto más cutre el camión o el taller, más grandes las tetas (que traspasaban la barrera del tiempo y duraban, duraban...) Ahora, creo que al rebufo de Full Monty, se desnuda todo cristo: amas de casa en proceso de desinhibición y bomberos macizos, deportistas, azafatas y candidatos. La última, Nina y varias actrices y actores que quieren recaudar fondos para la casa de los ídem. También Sofía Loren, en el famoso calendario Pirelli (que no Michelin), según las crónicas "radiante a sus 72 tacos", voluptuosa y optimista. En Internet ofrecen calendarios hot o personalizados aunque no anuncies nada más que lo guapa que es tu prole. Se imprimen para sobremesa, colgar o llevar en la cartera, aunque conviene vigilar que no te pongan en rojo los días feriados de Extremadura o Laponia. O de Madrid, que es lo habitual. El Valencia CF ha hecho uno con niños y niñas Down y hay calendarios de cine, de Formula 1, del Tour, de concursos literarios, de las diversas ligas, de conciertos y festivales, vacunales, de Bob Marley y de Modigliani, de eventos culturales, académicos, y hasta de salida de juegos PC. Aquí fueron famosos el Llemosí, de Constantí Llombart, el de Las Provincias y el de Lo Rat Penat. También el profético popular (de 1844) "Ilustrado y progresivo para el Reino de Valencia, arreglado para personas de todas las edades, sexos y condiciones".

Parece que incluso hay un almanaque perpetuo muy práctico aunque algo complicado, lo cual suena a contradicción (¿servirá en una aldea global donde aún nos regimos por 40 tipos de calendario?)

En fin, añadir que en estas fechas también nos vemos en la obligación de cambiar los modernos libros de las horas, las agendas, que también se renuevan al menos en la parte más metafísicamente angustiosa, porque nos ponen ante los ojos parte de nuestra vida por escribir. Instituciones y empresas obsequian todos esos días en blanco, destacando lo que más trascendente les parece: el plazo para el IRPF, el aniversario de la batalla de Almansa, o la liturgia, el martirologio y el santoral.

En cambio, el directorio aún pueden envejecer a nuestro lado algo más: basta con un poco de tipex y el consuelo de pensar que, cuando un listado adelgaza es que luego tiene más capacidad para volver a engordar.

Volviendo a los calendarios, sabrán que los astros mandan mucho en su organización. Una de las felicitaciones que he recibido ante 2007 suena a mal augurio, aunque Salvador Bolufer disfrace de broma ripiosa su previsión astrológica: seguiremos teniendo concejales mediocres y constructores tramposos, barracones y campos de golf mientras faltan la electricidad y el agua: Es el plor d'un trobador / contemplant amb estupor / les runes de La Marina.

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Razones no le faltan, pero prefiero acabar reenviando el mensaje optimista de Pascual Requena: Lento viene el futuro. / Lento, pero viene (Mario Benedetti); I el que compta és l'esforç de cada dia...que cap dia no es perd per als qui lluiten (Martí i Pol).

Feliz año.

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