Ni con Gasol ni sin él

En un mundo ideal, Pau Gasol hubiera aparecido por el túnel de vestuarios del Fedex Arena, 7 meses después de hacerlo por última vez y 14 semanas después de sufrir una rotura en el quinto metatarsiano en las semifinales del Mundial de Japón, para mostrar a los Grizzlies los ingredientes con los que se hace una franquicia competitiva. Era el regreso del hijo prodigo, el mejor jugador de la corta historia del equipo, que venía a salvar a un grupo en caída libre. Cinco victorias y 18 derrotas así lo atestiguan. Era la aparición estelar de uno de los pocos jugadores da la NBA que puede promediar 20 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias por partido, como lo hizo la pasada campaña, el All-Star, que venía a poner las cosas en su sitio. Sin embargo, este no es un mundo ideal.

Gasol poco pudo hacer para evitar la quinta derrota consecutiva de Memphis, esta vez ante los Atlanta Hawks (97-88). El pívot español se mostró bajo de forma y un tanto oxidado, por momentos incluso perdido y falto de confianza, circunstancias normales si se tienen en cuenta las circunstancias.

Gasol disputó 17 minutos en cuatro intervalos de cerca de 4 minutos cada uno. Anotó 4 puntos con 1 de 5 en tiros de campo y 2 de 2 desde la línea de personal. Además, agarró 3 rebotes, cometió 3 perdidas de balón, 4 faltas y mostró que es necesario que encuentre su forma lo antes posible. Sin Gasol, los Grizzlies andan sin rumbo porque el español es su primera, segunda y tercera opción de ataque. No es casualidad que sean el equipo de la Liga que menos puntos anota en el primer cuarto, 18 de media, una circunstancia que les obliga por los general a tener como único plan la remontada, algo que con las armas que tenían hasta ahora resultaba imposible.

Ante los Hawks, su incapacidad para anotar y la facilidad para perder el balón resultaron determinantes una vez más. Fue el noveno partido en el que los Grizzlies realizaron más perdidas de balón que asistencias (20 a 13). Los nueve partidos los perdieron. Además, fue el séptimo partido de la temporada en el que los Grizzlies salieron perdedores en la lucha por el poste bajo (42 puntos de Atlanta por 30 de Memphis).