Osasuna revienta al Zaragoza

A falta de un suspiro, Osasuna reventó y martilleó al Zaragoza donde más duele para adjudicarse un partido que tuvo perdido en todo momento. Con su juego de entrelíneas y las irreverentes incursiones de Diogo, el Zaragoza retó, pero no tumbó a su contrario en un duelo tan intenso como caldeado.

Las bajas de los medios centro Zapater y Celades mermaron la capacidad creativa del Zaragoza, que no encontró en Movilla y Ponzio, futbolistas de recorrido pero faltos del primer toque, la solución para descongestionar el juego de la medular. Entre otras cosas, porque el aseado Osasuna replegó con acierto sus líneas y cerró el pase vertical. Se limitó a defenderse hasta el final, hasta que apareció Raúl García, suplente anoche. Al Zaragoza, sin embargo, no le alcanzó con Aimar y Diogo.

Aimar se vistió de multiusos, retrasó su posición unos metros, apoyó a la zona de creación, y se adueño de la parcela para organizar el juego del Zaragoza. Bien tirando de contraataque, bien con pases incisivos. Precisamente fue el juego de entrelíneas lo que sacó los colores a la zaga de Osasuna, que se mareó con la movilidad de los interiores blanquillos, desapegados por completo a los costados. Lo contrario que Diogo. Regate de fuera adentro, salida por la derecha, por la izquierda, caño, autopase..., recital magistral. Así, en una de sus galopadas, retó a cuantos rivales le salieron al paso. Fueron tres. Y los tres, atónitos, sólo pudieron quedarse con su dorsal. Pero Diogo siguió a lo suyo y cedió el protagonismo a Sergio García, que lanzó un pase al hueco al resolutivo Diego Milito. El argentino, avispado, picó con sutileza el cuero ante la salida desesperada de Ricardo.

Osasuna tiró de un juego tosco, de contacto, y de balones colgados al área. Fue, sin embargo, a balón parado, en un saque de esquina, donde Raúl García encontró el gol del empate. Y en el último resuello David López se coló en el área chica, asistió a la llegada de Webó, Y Ponzio, impulsivo se hizo un autogol. Diogo y Aimar, insatisfechos, vieron cómo se les cayó la victoria por el agujero del bolsillo, cómo Osasuna les arañó los tres puntos.