La UPG se moviliza para evitar que los críticos entren en la dirección del Bloque

La Unión do Povo Galego (UPG), la organización hegemónica del Bloque Nacionalista Galego (BNG) y principal apoyo del portavoz nacional, Anxo Quintana, movilizará hoy a sus militantes para que acudan a votar a la duodécima asamblea que se celebra en Santiago e impidan a los críticos sumar el 30% de los sufragios que necesitan para entrar en la Executiva. La división sin precedentes que vive el BNG se expresó ayer a través de las voces de los 32 oradores que intervinieron en el debate sobre el informa de gestión y el documento de tesis elaborados por la actual dirección.

La XII Asamblea Nacional del BNG arrancó ayer en el Pazo de Congresos de Santiago con la participación de unas 1.500 personas, según datos oficiales, aunque en la votación del reglamento apenas participaron medio millar. El objetivo de la Unión do Povo Galego y de los dirigentes que apoyan al portavoz nacional, Anxo Quintana, es conseguir que en la elección del nuevo Consello Nacional participen hoy en torno a 2.500 militantes, una cifra que, aseguran, prácticamente les aseguraría dejar a los críticos fuera de la nueva Executiva. En el BNG militan aproximadamente 8.000 personas.

A Alternativa, el Encontro Irmandiño y el Movemento pola Base no tendrán problema para entrar en el nuevo Consello Nacional, en el que tendrán asiento en proporción directa al apoyo que consigan de las bases. Sin embargo, para estar en la Executiva, el órgano que dirigirá el BNG de aquí a las elecciones autonómicas de 2009, los tres grupos necesitan sumar al menos el 30% de los votos.

Las cábalas sobre lo que puede ocurrir hoy en las votaciones eran ayer el centro de todas las conversaciones y, como la opinión generalizada es que los resultados estarán muy justos, la mayoría de los dirigentes consultados daba gran importancia a los discursos de las sesiones plenarias.

Hasta 32 partidarios y detractores de las cuatro candidaturas subieron ayer a la tribuna de oradores para defender, a puerta cerrada, sus posiciones. En turnos cronometrados, para evitar que la sesión se prolongase demasiado, y previo sorteo en el orden de las intervenciones, tomaron la palabra dirigentes de la candidatura oficial (Francisco Rodríguez, Carlos Aymerich, Francisco Jorquera), de A Alternativa (Camilo Nogueira, Alberte Rodríguez Feixóo), de Encontro Irmandiño (Xosé Manuel Beiras, Mario López Rico) y del Movemento pola Base (Fermín Paz, Paula Castro), entre otros.

Los discursos más destacados fueron, según varios asistentes a la sesión plenaria, los de Francisco Rodríguez, el líder de la UPG, el de Xosé Manuel Beiras, cabeza de lista de Encontro Irmandiño, y el de Camilo Nogueira, principal impulsor de la corriente Alternativa.

Rodríguez, en un tono de gran crispación, según distintas fuentes, denunció las posiciones de los críticos y lo que considera un nuevo intento de debilitar el BNG. Beiras evitó hablar de la gestión del Consello Nacional y centro su intervención en criticar la propuesta que persigue poner fin al modelo asambleario del Bloque. Nogueira, a su vez, repasó las principales críticas que A Alternativa ha dirigido estos días a Quintana y a su equipo.

Los oradores opuestos a la actual dirección realizaron una crítica feroz del informe del Consello Nacional. El portavoz nacional y vicepresidente de la Xunta, que no llegó a tomar la palabra a lo largo del debate, tuvo que oír cómo le acusaban de practicar una política entre el populismo y el cesarismo. Fermín Paz, número tres de la CIG y cabeza de lista de la candidatura del Movemento pola Base, fue, a juicio de muchos, uno de los más duros, especialmente en relación al papel que la UPG está jugando como aval de la moderación del Bloque encarnada por Anxo Quintana.

Del otro lado, Carlos Aymerich, portavoz parlamentario y miembro de la candidatura oficial, destacó entre los que trataron de defender la orientación política de la actual dirección, criticando al mismo tiempo el intento de los demás sectores de cuestionar la labor del Consello Nacional durante los últimos tres años.

El informe de gestión no se sometió a votación al término de las dos horas y media que duró el debate en el pleno de la asamblea, de manera que habrá que esperar hasta hoy para conocer el grado de aprobación que la militancia otorga al trabajo de la dirección desde 2003.