El Levante coge aire ante el Recreativo

Después de sólo dos jornadas, López Caro llegó a Huelva con la soga al cuello, temeroso del gatillo del presidente, Pedro Villarroel, que ya le apuntaba. Claro que acumulaba en el zurrón ocho goles en sólo dos partidos. Así que el ex entrenador del Madrid mandó a los suyos taparse hasta las cejas, refugiarse en la defensa y probar suerte en el contraataque. Riesgos, los justos. Lo fundamental era cerrar la portería. Y la apuesta le funcionó en el último suspiro para ganar al Recreativo en un duelo inédito en Primera y coger aire. El decano, muy animado al principio de curso, entró en la dormidera del conjunto valenciano y se quedó seco de cara al gol. Sólo Rosu, después de un error de Ettien, levantó de sus asientos a los aficionados locales en la primera parte.

El Levante arregló al menos en parte la sensación de puzle caótico de sus dos primeras apariciones en Primera. Parecía el equipo de López Caro un grupo de 11 futbolistas que acababan de juntarse. Y en parte era así. Sacudido por el Sevilla y el Madrid, el Levante ganó la posición ante el Recreativo en el centro del campo y construyó desde ahí su juego. Las llegadas al área tampoco fueron para tirar cohetes. En ninguna de los dos áreas. El Levante pudo marcar el minuto 8, pero Ettien mandó desviado un balón que le llegó dando botes. Poco después Riga vio anulado un gol por fuera de juego. El Recre sólo respondió con un disparo de Rosu y el empuje de Cazorla.

La segunda parte nació con la misma pinta. El Recreativo veía el área de Cavallero con prismáticos, incapaz de progresar con acierto, disminuido ante un Levante que dominaba el balón pero carecía de pólvora. El conjunto de López Caro realizó un buen ejercicio de presión en el medio, recuperó la pelota con cierta solvencia y la movió de lado a lado. Pero se aceleró cuando le tocaba correr al contraataque y se le nubló la vista cuando se acercaba a López Vallejo.

El Recre apretó los dientes y comenzó a ganar algunos metros. Sin nadie que diera un puñetazo sobre la mesa, el partido se movió en el último tramo de un sitio a otro, con el medio del campo como zona de trámite y las defensas más exigidas. Cualquiera hubiera podido marcar, y lo hizo el Levante mediante Alexis, en un lío en el área, tras un córner y un remate de Kapo. Aguantó luego el resultado recluido en torno a Cavallero. Para alivio de López Caro.