Españoles a la carta

Marcos Assunção, medio brasileño del Betis, lleva varios meses muy enfadado. Desde hace tiempo perdía dinero. Y la posibilidad de un mejor contrato. Llegó hace cuatro temporadas a España. Tiempo suficiente para obtener el pasaporte español, para dejar de ocupar plaza de extranjero, para ganar más dinero y mejorar su contrato. Pero no consiguió ser español hasta hace una semana. Y la espera le ha enfadado. Peor aún: estaba indignado porque su primo Marcos (Senna, del Villarreal) fuera español antes que él. Disputó el Mundial con España. ¡Y lleva el mismo tiempo en el país! ¿Cómo se explica la diferencia Assunção? Pues muy fácil. Dice que el Betis "no ha hecho nada". Que no le ha ayudado. Hablando en plata: que el Betis no ha presionado a la administración, que nadie ha ofrecido regalos, entradas, camisetas al funcionario adecuado, el que podría agilizar la gestión de su caso...como hacen la mayoría de clubes de Primera.

"Hay que tocar a las personas adecuadas y darles cosas, entradas...", dice un representante

"Si tienes un juez que es amigo y hace las gestiones rápido, mejor", explica un directivo

"Todos tenemos amigos en muchos sitios", concede Alejandro Echevarría, ex directivo del Barça conocido por sus buenos contactos y su capacidad para agilizar procesos de nacionalización estancados, como el de Belleti. "Yo tuve la suerte de tocar las teclas adecuadas en varias ocasiones. Es práctica común. Todos los clubes lo hacen así", cierra. ¿Qué hacen todos los clubes? Pues "nada ilegal", coinciden todas las fuentes consultadas. Buscan a funcionarios y jueces afines, forofos infiltrados en la administración, gente capaz de conseguir que un expediente determinado pase de ser el último a ocupar el primer lugar de la pila. Les ofrecen decenas de entradas para partidos intrascendentes. La camiseta de un jugador. O un autógrafo. Esos son los premios.

La administración no cree que esas triquiñuelas sean posibles. Desde el Ministerio de Justicia se recuerda que "si el extranjero es brasileño de origen (como Assunção o Senna) se le exigirán 2 años de residencia, salvo que acredite estar en algún supuesto especial, como por ejemplo estar casado con una española en el que sólo se le exigirá la residencia legal de un año". No son los únicos requisitos: "El interesado deberá acreditar integración en la sociedad española y buena conducta cívica", recalcan. El tiempo medio para conseguir la nacionalidad es de año y medio, según fuentes ministeriales. Representantes, directivos y jugadores no lo tienen tan claro.

"Cada equipo tiene su fuerza. Yo he tenido que recurrir a mis amistades, que es lo mínimo que podía hacer. Hay que tocar a las personas adecuadas, ofrecerles cosas, carnets, entradas...lo normal", explica un representante de futbolistas. "Son personas que te ayudan en lo que pueden, sin jugarse el puesto. No creo que sea malo, porque no es comprar voluntades. Es pedir favores y pagarlos de otra manera. Yo hago lo que puedo. Otros clubes lo sacan en menos tiempo".

La fuerza de los clubes. Ésa es la clave. Así explican agentes, directivos y jugadores que, aparentemente, los futbolistas se nacionalicen rápidamente. Ronaldo, punta del Madrid, obtuvo el pasaporte en tiempo récord: 11 meses, según anunció el club. "Llevamos las gestiones en secreto, porque no eran de la incumbencia de nadie hasta que estuvieran finalizadas", explican fuentes cercanas al jugador; "pero el proceso llevó más tiempo del que se ha contado", matizan.

"En el fondo es saber en qué departamento del ministerio está el expediente y que alguien del club llame y pregunte si falta algo", explica Juan Onieva, ex vicepresidente del Madrid. "Siempre hay una o dos personas por club que siguen los trámites. Así, estando detrás, se puede conseguir que un trámite que tarda 20 días salga en 8. Los expedientes van siempre por el mismo cauce. Al final se van conociendo a las personas, que son siempre las mismas. Y las llamadas de teléfono ayudan", continúa. ¿Cuál es el peso de los clubes con respecto a cualquier ciudadano? "Está claro que unos pueden coger el teléfono y llamar y otros no. Ahí se trata de insistir en que te echen una mano, en que empujen un poco el expediente, en conseguir que al día siguiente ya esté en el próximo departamento. El trámite no tiene secretos. Es verificar la autenticidad de los documentos. Y si un club ha llevado 14 nacionalizaciones sin problemas, hay una presunción de la decimoquinta irá bien también".

¿Cómo se consigue agilizar una nacionalización? "Tienes que hilar muy fino, conocer a cargos intermedios en los ministerios, a diplomáticos en las embajadas y los consulados", explica un directivo que prefiere mantener en el anonimato su nombre y el del equipo para el que trabaja. "Y si tienes un juez de guardia que es amigo y te puede hacer las gestiones rápido, pues mejor".

Los clubes administran con cautela la información de que disponen sobre jueces y funcionarios. Saben los que les son afines. Temen a los rivales. La ciudad de Sevilla, coinciden todas las fuentes consultadas, es un caso clínico: "Si tuvieras que nacionalizar a uno del Sevilla y te encontraras con un funcionario bético estarías muerto". Los equipos de Primera, además, ya conocen los trámites y apuestan por los más rápidos. Entre obtener el pasaporte demostrando que el jugador tiene un antepasado en un país europeo o gestionarlo sobre la base de dos años de residencia con trabajo demostrables, siempre prefieren la segunda opción. "De la otra manera es un coñazo", explica un ex directivo de un club de Primera. "Tienes que irte a la aldea del antepasado, buscar una partida de nacimiento, ir a la parroquia, lograr una fotocopia compulsada por un juez, enviarla a Madrid...así te puedes tirar varios años". "Muchas veces el problema es que los jugadores están acostumbrados a que se lo hagas todo", apostilla otro directivo. "Y son ellos los que deberían hacerse los papeles".

En el Barça todavía recuerdan el caso de la nacionalización de Silvinho. Y se acuerdan porque fue "horroroso". Coincidió con el último proceso de regularización de inmigrantes sin papeles abierto por el gobierno. En Madrid había dos funcionarios para gestionar 3.500 expedientes. Pero se consiguió. Igual que se logró abrir un consulado en Italia en día festivo para agilizar los trámites de la nacionalización de otro jugador del equipo. Un directivo levantó un teléfono, habló con un diplomático amigo del cónsul y la firma que faltaba en los documentos estuvo preparada en tiempo récord. Una vez más, reconocen fuentes del club, "funcionaron los favores personales". Y no se hizo nada ilegal, recalcan. Tampoco fue ilegal pagarle a Saviola 1 millón de dólares porque consiguiera la doble nacionalidad. El club se aseguraba así fichar a otro extranjero. Saviola, dinero extra, la posibilidad de mejorar su sueldo y, potencialmente, mejores perspectivas para su próximo contrato. Justo lo que acaba de conseguir Assunção.