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Entrevista:Estrategias-Farmaindustria | HUMBERTO ARNÉS

"La política de bajar precios está agotada"

La industria farmacéutica no acaba de aceptar el actual proyecto de ley del medicamento. Pese a su suavización en el Congreso, Humberto Arnés, director general de la patronal Farmaindustria, se queja de que la puesta en marcha del nuevo marco legal les supondrá la detracción de cerca de 700 millones de euros al año, una suma que viene a ser similar a la de sus presentes beneficios.

Pregunta. ¿Por qué están ustedes contra el proyecto de ley del medicamento?

Respuesta. La ley nos parece adecuada desde la perspectiva técnica. La criticamos en sus aspectos económicos. Nos preocupa el nuevo sistema de precios de referencia, mucho más agresivo que el anterior; la fuerte rebaja de precios en las medicinas con más de diez años o el nivel de nuestras aportaciones obligatorias al Estado, que se traduce en la entrega obligatoria al Sistema Nacional de Salud de un porcentaje sobre las ventas. Pese a que estas medidas se han suavizado en el Congreso, su impacto supondrá la detracción del 7% de los ingresos del sector, unos 700 millones de euros, una cifra similar a los actuales beneficios de la industria.

"La contención del gasto no se ha logrado actuando sobre el consumo de medicamentos, que no ha cesado de crecer, sino sobre los precios"

P. Se han quejado ustedes también de que sufrirán una competencia adicional de genéricos, que en Europa no se da.

R. Cierto. Creemos que se ha perdido, con esta ley, la oportunidad de atender una demanda histórica nuestra: alinear nuestro sistema de protección industrial con Europa. Debido al periodo transitorio de que disfrutó España tras su adhesión a las Comunidades Europeas, hay medicinas que en Europa estarán protegidas por la patente, y no en España.

Esto ocurrirá durante un periodo que puede llegar a los seis años, entre 2006 y 2012. Esos años sufriremos aquí la competencia temprana de genéricos, que en el resto de la Unión Europea no estarán autorizados. Se trata de medicamentos innovadores, que serán vendidos a menor precio, lo que nos detraerá otros 1.500 millones de euros adicionales.

P. ¿Significan todos estos datos que los fabricantes de genéricos les han ganado la partida?

R. Yo diría que es impropio de países como España mantener un diferencial de protección industrial con la UE. Y todo eso, ¿para qué? Para beneficiar a unas empresas, las de genéricos, básicamente comercializadoras y que no hacen ninguna inversión en I+D. El valor añadido generado por la industria innovadora, la nuestra, es entre 20 y 30 veces superior al aportado por el conjunto de las empresas de genéricos. Todo esto lo hemos explicado, pero no hemos tenido respuesta.

P. ¿A qué se debe, según ustedes, esa falta de respuesta?

R. El principal motivo de su actitud radica en las expectativas de ahorro que se abren para el Sistema Nacional de Salud en estos seis años, sin homologación con la UE. Saben que habrá más genéricos, las medicinas serán más baratas y pagarán menos por ellas. Lo que pasa es que esa política de apoyo al genérico se contradice con las proclamas de apoyo a la innovación, que este Gobierno considera prioritaria. Están poniendo en peligro un sector que representa el 18% de la I+D privada que se hace en España y que emplea a 4.000 investigadores.

P. Se explica esta ansiedad ahorradora por el fuerte incremento del gasto farmacéutico.

R. Pero la realidad es que desde hace dos años, el gasto farmacéutico viene creciendo por debajo del PIB nominal, por debajo del 6%. Y un sector como éste, intensivo en investigación y que produce un bien tan demandado, no puede crecer por debajo del nivel de la economía. Además, esta contención del gasto no se ha logrado actuando sobre el consumo de medicamentos, que no ha cesado de crecer, sino sobre los precios. En 2005 se bajaron los precios de los medicamentos un 4,2% y en 2006 bajarán un 2%. Esta política tiene sus límites, está agotada. Ya empieza a notarse una ralentización de la inversión en I+D. Hace años, esta actividad crecía al 20%, el último año lo hizo sólo al 5,5%,

P. ¿Cuál sería la solución para controlar el gasto sin bajar excesivamente los precios y dañar a la industria?

R. Creemos que para conseguir la sostenibilidad de las cuentas publicas hay que repartir las cargas. No se puede hacer descansar todo el esfuerzo sobre la industria y en base a bajar los precios.

Humberto Arnés.
Humberto Arnés.

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