El Unicaja arrolla otra vez al Joventut

El Unicaja va embalado en busca de su tercera final de Liga. Ayer volvió a arrollar a una empequeñecida Penya y, a estas alturas, es el único de los cuatro semifinalistas que aún no ha perdido un partido en las series. Además, su juego transmite las mejores sensaciones.

El segundo partido siguió un guión algo diferente al del primero, aunque el desenlace fue el mismo. En el arranque, el Joventut evidenció una actitud menos fría que el viernes y una mejor defensa, armas que le bastaron para poner en aprietos al Unicaja. Ganó el primer cuarto y arrancó decidido el segundo (22-25).

Entonces, Garbajosa decidió que era el momento de acudir al rescate de su equipo y pasó a la acción de forma colosal. Le bastó un minuto y medio de exhibición. En ese tiempo puso dos tapones, capturó un rebote y anotó ocho puntos, con dos triples. Su actuación iluminó al Unicaja, que con un parcial de 16-0 dio la vuelta a la situación (38-25).

A la historia que marcó Garbajosa, secundado por Risacher, se limitó la del partido. El Joventut nunca dio sensación de poder apretar al Unicaja. Dominó el rebote ofensivo, pero su tiro fue calamitoso, como en el primer encuentro; su juego interior muy pobre y algunos jugadores están desaparecidos -especialmente llamativo es el caso de Bennett-. Demasiadas concesiones ante un rival bien armado de recursos y tan hambriento.