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Crónica:Fútbol | 38ª y última jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Una delicia sin guinda

El Sevilla se queda sin la Liga de Campeones tras remontar dos goles al Madrid, que se queda con la segunda plaza

El Sevilla fue el mejor que se ha visto en decenios, amargó aún más si cabe el final de curso del Madrid y le regaló otro montón de recuerdos a su afición. Pero el partido no significaba la temporada, que acabó premiando al ayer débil e impotente y castigó al que fue un verdadero coloso.

No es conveniente que cambie de nombre, pero el Sevilla mutó en Eindhoven con su victoria en la Copa de la UEFA. La vida es otra aventura completamente diferente de lo que solía. El conjunto dirigido por Juande Ramos es, en estos momentos, capaz de lo que se le pida o se le exija. El juego fluye sobre un andamiaje de trabajo honrado, solidario, disciplinado y, sobre todo, confiado en sus posibilidades. Anoche ofreció un espectáculo de fútbol fabuloso. Luchó por la victoria desde el primer minuto. Y así siguió incluso cuando llevaba dos goles de desventaja en menos de media hora de juego.

SEVILLA 4 - REAL MADRID 3

Sevilla: Palop; Alves, Escudé, Javi Navarro, David; Navas, Martí, Maresca (Fernando Sales, m. 80), Adriano; Saviola (Kanouté, m. 59) y Luis Fabiano (Renato, m. 59).

Real Madrid: Casillas; Salgado, Sergio Ramos, Mejía, Roberto Carlos; Cicinho, Beckham (Soldado, m. 56), Guti, Zidane, Baptista; y Raúl (Jurado, m. 84).

Goles: 0-1. M. 15. Baptista. 0-2. M. 25. Beckham. 1-2. M. 27. Navas. 2-2. M. 29. Saviola. 3-2. M. 32. Saviola. 4-2. M 44. Luis Fabiano. 4-3. M. 71. Zidane

Árbitro: Pérez Burrul. Amonestó a Alves, Maresca, Saviola, Soldado, Cicinho, Sergio Ramos, Palop y Roberto Carlos.

45.000 espectadores en el estadio Sánchez Pizjuán.

El partido no significaba la temporada, que acabó premiando al ayer débil y castigado coloso
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En la primera mitad, el Sevilla estuvo glorioso y el Madrid supercalifragilisticoespialidoso: cuanto más jugaba, resultaba más enredoso. Durante casi todo el encuentro, su mejor jugador fue Cicinho, justo el que por orden táctica jugaba más extraviado de su posición natural. El lateral derecho tiró del equipo desde el interior izquierdo y, junto a los centros y disparos de Beckham, fue lo único de verdadera calidad que ofreció durante muchísimos minutos el conjunto de Juan Ramón López Caro.

El partido arrancó con un ritmo tremebundo. A los dos minutos, Luis Fabiano estrelló un tiro en el palo y Zidane, tan sólo tres después, le respondió con una volea al larguero. El Madrid se adelantó en el marcador con mucha suerte, justo después de que Casillas parara un balón increíble salido de la bota de Luis Fabiano. Beckham sacó una falta al corazón del área y Baptista despistó lo justo a Palop para que la pelota llegara hasta la red sevillista. Poco después, el árbitro anuló el gol que significaba el empate, conseguido de cabeza por Javi Navarro, pero dio validez al segundo del Madrid, que marcó Beckham después de controlar un pase en diagonal y de lado a lado del campo de Roberto Carlos. Pareció que Pérez Burrull se equivocó al juzgar las tres jugadas.

Pero este Sevilla cree tanto en sus posibilidades que siguió achuchando y hurgando en las debilidades madridistas. Navas comenzó la remontada con un golazo desde 40 metros. Saviola, en dos ocasiones, y Luis Fabiano redondearon una remontada que encumbraba al conjunto andaluz al tiempo que humillaba al madrileño.

La falta de consistencia de la defensa y la nula capacidad intimidatoria de los centrocampistas más retrasados del Madrid permitieron al Sevilla desplegar una variedad enorme de recursos a la hora de atacar. Si el primer gol fue una acción perfecta por parte de Navas e inevitable para Casillas, los otros tres dejaron con todo al aire a los defensas madridistas. En el segundo, Saviola llegó solo para remachar un despeje de Casillas. En el tercero, el argentino culminó una gran jugada de Luis Fabiano, que se coló hasta la línea de fondo cómo y cuándo quiso. Y en el cuarto tanto el brasileño aprovechó el espacio oceánico que quedaba libre entre Ramos y Mejía para llegar franco ante Casillas.

El Sevilla se desinfló por el transistor. Los dos goles de Osasuna anulaban el efecto de la proeza y la Liga de Campeones se disputará en Pamplona. Zidane coronó con un gol su último encuentro en la Liga española. Aunque con toda seguridad no fue el partido con el que soñó hacerlo.

El Madrid, a pesar del tremendo meneo recibido, se hacía con la segunda plaza por la derrota del Valencia. Y es que no era una final, aunque lo pareció. La Liga es el premio a la regularidad y al acierto a lo largo de muchos meses y la clasificación no es cruel ni parcial, aunque se cobre de golpe todos los errores y los despistes.

Saviola echa a correr, feliz, tras su segundo gol
Saviola echa a correr, feliz, tras su segundo golGARCÍA CORDERO

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