El Cádiz se despide con un festival

El Cádiz se despidió de Primera con una fiesta. No podía resultar de otra manera en el estadio más animoso de España, el Carranza. La afición amarilla se convocó para abrazar a sus jugadores en un gesto de gratitud sin precedentes. Tras el descenso en Getafe, el terreno estaba abonado a la frustración. No fue así, y el equipo devolvió el gesto. Empezó Pavoni con un golpe de tobillo que abrió el marcador. La velada terminó con una goleada memorable. La víctima contribuyó a enardecer la parroquia: el Málaga.

Fue el Málaga el que dio el último empujón al Cádiz en su penúltimo descenso, en 1994. Ayer volvió a la Bahía arrastrando la verguenza de ser el peor clasificado de la temporada. Su anfitrión no le dio consuelo.