Completo, potente y de sólo dos kilos

El tipo de portátil más vendido actualmente es el que lleva una pantalla de 15,4 pulgadas y pesa tres kilogramos. Como la duración de la batería es normalmente de unas dos horas, se debe llevar siempre la fuente de alimentación y el cable eléctrico, que supone otro medio kilogramo más. Hasta ahora, había pocas alternativas, porque los portátiles más ligeros, de unos dos kilogramos, eran bastante más caros, con pantalla pequeña y menos prestaciones. La situación ha cambiado esta temporada. Un ejemplo es la reciente serie Vaio SZ de Sony. La pantalla es de 13,3 pulgadas panorámica, de bajo consumo y espesor al estar retroiluminada por lámparas de diodos LED. Lleva el procesador Core Duo T2300 de Intel, ocupa poco más de un folio, pesa 1,7 Kilos y lleva integrada la grabadora de DVD. El disco es de 80 GB, suficiente. La memoria, relativamente escasa, de 512 MB. Su precio es el 25% superior a un portátil similar y de tres kilos. Para los que necesitan llevar un ordenador todo el día a cuestas, este incremento no debería ser un obstáculo insuperable. Se justifica en muchos casos por el ahorro de espacio y peso de estos modelos ligeros que están apareciendo y, especialmente, porque funcionan muchas horas sin necesidad de enchufe.