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Crónica:Fútbol | 31ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Madrid aburre al Barça

Con un portero y un delantero centro, el equipo madridista resiste ante un rival que falló demasiadas ocasiones

Ramon Besa

El Madrid aburrió al Barça. El suyo fue un ejercicio de supervivencia interesante por efectivo. Nadie reparó en la Liga, que ya está resuelta desde hace jornadas a favor de los azulgrana, líderes indiscutibles del campeonato desde que salieron aplaudidos precisamente de Chamartín. Al Barcelona, al fin y al cabo, le valía el empate a efectos de clasificación. La condición de futuro campeón, en cambio, le obligaba en cierta manera a reducir a su máximo rival, y sin embargo fue víctima de un gatillazo como ya viene siendo costumbre. Once remates azulgrana valieron tanto como uno de los blancos. Así se escriben los últimos tres partidos del Barça. Al Madrid, por el contrario, se le pedía sobre todo dignidad, y salió del estadio tan contento con su partido como sin soluciones de futuro, circunstancias que hablan de su inferioridad respecto a su máximo adversario.

BARCELONA 1 - REAL MADRI 1

Barcelona: Víctor Valdés; Oleguer, Puyol (m.88, Gabri), Motta (m. 39, Belletti), Gio; Deco, Iniesta, Van Bommel (m. 56, Giuly); Larsson, Eto'o y Ronaldinho.

Real Madrid: Casillas; Cicinho, Sergio Ramos, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Beckham, Guti (m.92, Pablo García), Baptista, Zidane (m. 79, Gravesen), Robinho (m. 34, Mejia); y Ronaldo.

Goles: 1-0. M.20. Ronaldinho, de penalti señalado sobre Van Bommel. 1-1. M.36. Baptista cede a Ronaldo que supera en velocidad a Motta y pica el cuero sobre la salida de Víctor Valdés.

Árbitro: Medina Cantalejo. Mostró la tarjeta amarilla a Guti, Van Bommel, Gio, Ronaldo, Mejia, Baptista, Beckham y expulsó a Roberto Carlos con roja directa (m. 24).

97.300 espectadores en el Camp Nou.

Vive al día el Madrid, y ayer tuvo principio y final, portero y delantero centro. Paró mucho Casillas y marcó Ronaldo en su único disparo entre los tres palos para desesperación del Barcelona, al que no le valió tener mejor equipo ni mejor fútbol para firmar la victoria. Atacó y mucho el Barcelona y se defendió más todavía el Madrid en un contencioso adulterado por el intervencionismo del árbitro, que maltrató a los madridistas porque les pitó un penalti que no era y echó a Roberto Carlos por ofenderle o mandarle al carajo. Al rescate del Madrid acudió entonces Ronaldo, al que le bastó una jugada para cambiar el signo del partido. Disgustado por los aplausos que el Bernabéu le dedicó a Ronaldinho en la ida, Ronaldo se reivindicó anoche en el Camp Nou ante una hinchada que sabe bien de su pegada.

Repitió Ronaldo, que lleva tres goles en los tres últimos partidos, y también López Caro dispuso la misma alineación que la última jornada, animado por la victoria ante el Deportivo y puede que influido por el alegato de Raúl en favor del Barça, Al entrenador le resultó fácil dejar al capitán en el banquillo y mantener al once que en Chamartín funcionó porque respetó las condiciones naturales de cada jugador ante un rival desconocido.

A Rijkaard tampoco le costó confirmar a los titulares porque la continuidad de Iniesta parecía una cuestión de justicia, tanto como de fútbol, y no había dudas de que la entrada de Puyol supondría la salida de Belletti porque el uno es el más fuerte y el otro el más débil. Iniesta se presentaba ante Zidane en una de las fotografías que expresaba la determinación con la que los dos técnicos afrontaban el choque. Aparentemente, los delanteros pesaban más que los defensas: Ronaldinho-Cicinho; Ronaldo-Motta, Eto'o-Bravo. Ocurrió que desequilibraron el pulso los medios, y el Barça contaba con más y mejores que el Madrid, falto de recuperadores.

Apretaron y presionaron los azulgrana hasta partir a los blancos por la mitad. Ronaldinho y Eto'o leyeron estupendamente los desmarques de Van Bommel, al que se le escapó el gol en un remate muy franco antes de que el árbitro premiara sus reiteradas llegadas con un penalti que no pareció de Roberto Carlos. El árbitro la pifió y desquició al Madrid, entregado al despliegue del Barça, que se apartó cualquier conflicto y fue a por el partido con su juego dinámico y veloz, y también impreciso ante portería.

La expulsión de Roberto Carlos ratificó tanto el mal arbitraje de Medina Cantalejo como la descolocación del Madrid. La jugada, sin embargo, marcó un punto de inflexión en el encuentro, que viró por momentos a favor del equipo blanco después de sacrificar a Robinho para rehacer la defensa con Mejía. Los azulgrana se despistaron para suerte de Ronaldo, cuya aparición fue tan terminal que se cobró un gol y la lesión de Motta en una sola jugada. Baptista robó la pelota en la divisoria y la lanzó para la carrera Ronaldo, que eliminó a los centrales y se la picó a Valdés. Encogió el Barça y se creció el Madrid, que encontró en la adversidad y en la irrupción de Ronaldo dos motivos de sobras para superarse y disputar el choque.

Al Barcelona le llevó un tiempo encontrar de nuevo el hilo del partido. Le fue dando vueltas y vueltas al equipo y se ganó unos cuantos remates de gol con Ronaldinho y Larsson como delanteros centro y Giuly y Eto'o abriendo el campo como extremos. Y, nuevamente, no acertó ante la portería, excelentemente guardada por Casillas, que sólo encontró alivio a su asedio en las carreras de Ronaldo, intimidador cada vez que cruzaba la divisoria.

Aguantó a pie firme el Madrid el ataque y gol del Barcelona, demasiado acelerado y poco paciente, muy precipitado y nada preciso. Nadie se quejó en la grada por resultado, porque al equipo no se le pedían puntos sino que se le reclamaban goles, y ahí radica el disgusto barcelonista, que sólo ha contado un tanto y de penalti en tres partidos. El Madrid, en cambio, se dio tan por satisfecho que celebró su actuación como si de una heroicidad se tratara dadas las circunstancias.

Eto'o intenta regatear a Guti y Raúl Bravo.
Eto'o intenta regatear a Guti y Raúl Bravo.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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